Te lo digo con canciones.

22.

m_collins: ¿Por qué hoy no hay cartitas de color rosa en mi casillero? :(

maddy.c: Tengo una sorpresa mejor<3

m_collins: dime, andaaaaaa Mad no seas malita anda si?? dime dime dime dimee!!!

maddy.c: Si sabes el significado de sorpresa?

m_collins: YAA DIME NO SEAS MALITAAA.

maddy.c: ¿Que harás hoy? ¿Que dices si salimos?

m_collins: se supone que yo debería haberte invitado-.-
m_collins: Es lo normal, no?

maddy.c: Cuando hemos sido normal, Mason?

—¿Me podrías explicar porqué sonríes como si te hubieses ganado algún concurso? Me asustas, babosa. —le dijo su amigo mientras la observaba, Mad levantó la vista de su celular.

—Saldré con Mason —afirmó— y le leeré la carta de hoy. Estoy nerviosa.

—¿Estás segura? —dudoso, siguió hablando—Sabes que no es por nada, amo verte feliz... Pero...

—Si, Lukas, si estoy siendo arriesgada. ¿Pero qué más da? No sabes cuándo tu vida se va a acabar, debes vivirla al cien y no dejar ir a las personas que quieres. Somos seres llenos de luz que debemos regalar a las personas.

—Si con "todas las personas" —imitó la voz de su amiga de forma graciosa—, te refieres a que sí todas las personas fueran como Mason, bueno, entonces quisiera darle mi luz a todos.

Hizo su mejor cara de coqueteo y Mad rió a carcajadas; cuando estaba con Lukas se olvidaba de las cosas que pasaban en su casa cuando las puertas se cerraban.

m_collins: Espero que conmigo te rías de la misma forma hoy. ¿Te espero en la salida?

Ella sonrió después de ver su mensaje, se mordió el labio mientras le respondía que sí, que la esperará donde quisiera porque donde él estuviera, ella estaría.

El día pasó demasiado rápido para el gusto de los chicos, quiénes estaban demasiado ansiosos y emocionados por su especie de cita.

Su primera cita.

—Collins —le llamó un compañero de su equipo de fútbol— ¿Irás el viernes al juego? Jugamos con Carrison.

—Claro que sí, en mi vida me perdería un juego contra los perdedores —se carcajeo.

En busca de cosas para hacer cuando su adicción estaba desapareciendo de su cuerpo, Mason conoció el fútbol, y cuando lo empezó a practicar se dió cuenta que era realmente bueno, así que cuando se presentó al equipo de Pillow High School, lo aceptaron enseguida.

Aún así, no dejaba de pensar en la sorpresa que Mad le había dicho; verla sonreír con ganas era uno de sus mayores placeres, y esperaba que con tiempo; lográra que sus ojitos se achinaran tanto como cuando se ríe con ganas y se le forman las arruguitas en sus ojos.

Por el contrario de Mason, Madeline no estaba nerviosa sino ansiosa; quería que todo saliera cómo lo habia planeado junto a su mejor amiga Trish, quien vendría este fin de semana para ver jugar a su equipo, el rival de Pillowville.

Cuando las clases finalizaron, los nervios de los dos tortolitos creció, sentían que el corazón se les iba a salir del pecho. Mason ya se encontraba esperando a Mad a la salida de la escuela, y la chica lo observaba de lejos mientras él se despedía de la gente que lo pasaba por el lado.

¿Como podía ser tan guapo? Llevaba solo jeans y una camiseta azul que combinaban con sus zapatillas, y su pelo tenía ese toque desordenado que a ella personalmente le encantaba. Ese día, había ido más arreglada de lo usual, llevaba unos jeans ajustados y un croptop combinado con un suéter abierto color rosa. Ella siempre se maquillaba pero solo lo simple, máscara de pestañas y brillo labial.

Cuando la mirada de Mason cayó en ella, quiso desaparecer; pero había sido muy valiente como para rendirse en este momento, no se lo permitió. Así que con toda la seguridad del mundo y mirando siempre con la frente en alto; llegó frente al chico.

—Hola —le sonrió, como si se conocieran de toda la vida.

Mason se tomó su tiempo para responderle, quería apreciar toda la belleza que tenía al frente el mayor tiempo posible, aunque al ver la cara de pánico de la chica, respondió torpemente: —Hola... Em... No soy tan nervioso usualmente... Bueno...

Se rascó la parte de atrás de la cabeza en signo de nervios, y ella río con fuerza.

—¿Donde vamos? —le preguntó el chico, sonriendo. Como le encantaba a Mad esa sonrisa.

—Ven — le tomó su mano, la descarga que siempre producía el toque de sus manos se hizo presente. —, quiero mostrarte un lugar especial.

Aunque Mad realizó el gesto de forma inconsciente, cuando se dió cuenta de lo que había hecho, no soltó sus manos como la gente normal lo haria; la sujetó con más fuerza.

Ella nunca entendió porqué en los libros o en las películas hacían eso, entendía la vergüenza que producía quizá hacerlo por equivocación; pero el sentimiento de tener la mano junto a la de la persona que te gusta es tan... Genial, que se vería patética soltandola después. Además, no estaba en una película ni una serie, y ella quería sentir la mano tibia de Mason junto a la suya.

Caminaron un tiempo hasta que llegaron a un parque, era el parque que una mini Mad visitaba junto a sus padres antes de que su relación se jodiera. Era un lugar especial y si quería declarar su afecto hacía el chico, quería que fuera en este lugar.
Se sentaron en una banca en un costado del parque, ambos conservando una distancia; a pesar de que cuando sus manos se despegaron se sintieron vacíos, ninguno había sentido algo como tal.

La pelirroja rebuscó en su bolso lo que ayer había escrito con tanto esfuerzo y sentimientos: Era una hoja color turquesa que compraba en su papelería favorita, que contenía todas las cosas que desde el día uno quiso decirle. La vergüenza, la timidez y todo se esfumó cuando el puso su mirada en ella y luego la bajó hasta la hoja. Se sentía segura, y sabía que por fin había llegado a su lugar, se sentía como en casa.

Solo diré que el próximo capítulo se viene bueno. Prepárense jeje