Dedicar canciones y escribir cartas eran cualidades propias de Madeline Carson.
Mason era lindo, dispuesto a sonreírle al mundo sin mostrar lo que verdaderamente estaba pasando.
Ella se atrevió, él la leyó.
¿Cómo terminará la historia?
ADVERTENCIA DE VIOLENCIA: Si eres sensible a las escenas de violencia explícita por favor dejar de leer o pasar al otro capitulo.
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La hora del juego había llegado y todos podían notarlo; había alegría por todo el campus y la rivalidad podía sentirse en el aire.
Maddy, Trish y Lukas estaban sentados en las primeras filas, todos atentos a los movimientos del equipo contrario; las animadoras gritaban eufóricas los cantos de ambas escuelas. Las miradas estaban fijas en Mason y en Terrence, que eran los delanteros y responsables de anotar goles en el arco contrario
Antes de empezar a jugar, Mason se había acercado a Mad para conocer a su amiga y presentarse como "su chico", después de las miles de advertencias por parte de Trish diciéndole que si la veía aunque sea llorar alguna vez, moriría desangrado antes de él darse cuenta. El chico aseguró que eso no pasaría, le robó un beso corto en los labios y se fue, campante.
—Le escribire cartas a mi crush a ver si me sale tan guapo como el tuyo —comentó a su lado riendo, Maddy rió y Lukas habló:
—¡La hubieses visto! Pasaba lloriqueando mientras me decía "él jamás se fijará en mi" "Dios, ¿por que es tan perfecto?" "Y si... ¿No le gustó?" —Imitó una falsa voz, que claramente no era la de Mad.
—Ya basta, ¿podemos concentrarnos en el juego?, gracias —les dijo a ambos sonriendo mientras se sonrojaba.
Mason era su chico. ¡Hasta él lo había dicho!
El juego terminó con una victoria por parte de Pillow. Trish les sacó el dedo del medio, pero luego los abrazó para decir "yo siempre seré de Pillow, pero mis fans no me querrían si lo dijera en voz alta" La realidad es que a Trish le importaba un comino lo que pensaran de ella, pero le gustaba hacer sonreír a sus amigos, siempre le había gustado hacer feliz a la gente.
—¿Viste mis goles? —Mason llegó al lado de Maddy en un abrir y cerrar de ojos— Todos eran para ti, mi llamita.
De pronto, se sintió nerviosa como siempre, le gustaba sentirse así. Le dió un beso, Mason ya no estaba tan inexperto, habían practicado bastante.
—¿Quieres que te vaya a dejar? —le preguntó, era lo que más quería el chico, pero no quería hostigarla porque últimamente lo único que quería era estar con ella, y aunque no le desagradaba, le daba miedo que tuviera el mismo efecto que las pastillas antidepresivas. Estaba tan feliz y luego caía.
—Claro que sí, sino te ganarías el título del peor novio del mundo, y no creo que tu ego de macho quiera eso —bromeo, como siempre.
"Es tan hermosa" Pensó mientras le tomaba su pequeña mano —considerando el tamaño de la de él— y comenzaron a andar.
Trish y Lukas se fueron a la fiesta de celebración que siempre hacen cuando el equipo gana, por obvias razones ni Mason ni Maddy podían ir, el primero porque él y el alcohol no eran buena combinación, y la segunda porque últimamente las golpizas de su padre habían llegado a extremos más... Fuertes, y quería estar con su madre por si algo pasaba.
