Dedicar canciones y escribir cartas eran cualidades propias de Madeline Carson.
Mason era lindo, dispuesto a sonreírle al mundo sin mostrar lo que verdaderamente estaba pasando.
Ella se atrevió, él la leyó.
¿Cómo terminará la historia?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Querida Mad:
Increíble cómo todo empezó por una carta, y está terminando a través de una.
Si estás leyendo esto quiere decir que ya pasó lo inevitable, y yo escribiendote esto; llevo más de una hora intentando expresar todo lo que me hubiese gustado decir si hubiese sanado, si hubiese sido más fuerte quizás.
Las palabras se hacen pocas para expresarte todos mis sentimientos, todo lo que quisiera decirte, me faltaría papel, me faltarían agallas para dejar esto hasta aquí y seguir con mi vida junto a ti, sin embargo, sé que no es lo correcto. ¿Lo correcto será abandonar ésta vida terrenal para cuidarte del cielo? No sé la respuesta exacta.
Quiero que sepas, primero que nada, que eres la mujer que más amo en éste mundo, la más linda que ha pisado esta tierra; y que quiero que siempre tengas presente que mi decisión no define tu papel como novia, no define si lo hiciste bien o mal (aunque estamos de acuerdo en que fue muchísimo, quizás muchísimo para alguien que ha perdido todo), fuiste la primera que vió mi lado oscuro y se quedó, que no se dejó guiar por una sonrisa vacía que nadie notaba; eres la chica que se atrevió a dejarme cartas dedicándome canciones y a la que le canté para que durmiera; fuiste mi primer beso y mi primera vez en muchas cosas, fuiste a la única mujer que amé y cuando te conocí supe que quería terminar mis días contigo. Quizá muy poco tiempo pasó para eso, quizás nos faltaron cosas por lograr o por vivir, nos faltó adoptar ese gato o ese perro que una noche hablamos y nos faltó ir a conciertos, a fiestas, a tantas cosas que ahora daría lástima recordar porque todo se acabó; y no por tu culpa, más bien por la mía.
Fuiste mi pequeña llama en mi oscuridad, llegaste a mi vida con tu cabello rojo y tu sonrisa resplandeciente; pasé noches deleitandome mientras te veía dormir, tus pecas descansando en tus mejillas y tus ojos cerrados mientras te aferrabas a mí como si tuvieras miedo; sé que lo tenías y sé que lo tienes ahora, posiblemente pienses que pudiste hacer más, que no notaste las señales, posiblemente pienses que no podrás vivir después de esto, después de mi; pero, sabes la respuesta; sabes que muy en el fondo podrás salir adelante como esa vez que la niña que te odiaba en primaria te rompió tu muñeca favorita.
¿Soy egoísta? Las personas podrán pensar eso mientras me tiran un poco de tierra en mi cajón; ¿Lo soy? Posiblemente haya sido egoísta pensar en mi y no en el sufrimiento que dejaré en ti y en Kat, pero ahora eres libre, mi pequeña, estar con alguien que no está bien psicológicamente te terminará destruyendo, y no mereces eso; mereces brillar en todo tu esplendor, mereces cumplir tus metas; tener a alguien que te amé; porqué deseo que encuentres todo el amor que estás buscando -y ciertamente lamento no haber podido dártelo-, espero que nunca pienses que no te amé, porque si te amé más que a mi mismo; sólo que tu cabecita debe entender que hay veces que no puedes seguir, o más bien que no quieres seguir; que respirar te agota, que despertar un día más vivo es un martirio, que al final no te quedan ganas de nada. Y eso, mi amor, no es vida.
Sé que te pido que avances -no pretendo que sea de una forma rápida, que mañana despiertes y me olvides-, y eso ahora parece irreal, lejano; pero no lo es, si es que hay algún cielo o otra vida allá arriba realmente espero estar viéndote sonreírle a la gente con esa amabilidad que te caracteriza mientras vas camino a la universidad; espero que llegues a tu casa gigante como alguna vez lo hablamos y espero que seas feliz, que nada te aterre y que seas libre, que seas completamente libre, porque te lo mereces, te mereces eso y el mundo entero; y debes atraparlo y guardarlo contigo, debes conseguir lo que te propongas.
No mires atrás, el pasado te ha hecho lo que eres, una persona grandiosa que necesita darse a conocer. Por favor, no me llores tanto como esa vez que vimos la película del perrito que esperaba a su dueño, creo que esa vez hasta me dieron ganas de llorar a mi, y nunca jamás quiero verte llorar así, y menos por mi.
Y por favor, nunca me olvides: No nací amándote, pero moriré siendo tuyo y amándote con cada una de las células de mi cuerpo paliducho como solías decirme; me llevaré al cielo el sonido de tu risa, el color azul de tus ojos y el rojo que te caracteriza.
Soy tuyo, eternamente, mi amor; y cuándo el destino quiera llevarte, estoy seguro que te esperare y te recibiré arriba.
Todo mi amor.
Mason Collins.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.