CAPÍTULO 17

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¿Algo más que deba saber?

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¿Algo más que deba saber?

¡Maldita sea! No puedo creer que ese hijo de perra me haya ganado, definitivamente no, si todos estaban diciendo que lo destrone es por algo, y que hayamos empatado en esa carrera, me tiene la sangre hirviendo.

Sigo derecho, sin bajarme de la moto, conduciendo por las calles oscuras, tratando de mermar la rabia. Me había propuesto que nadie me ganara, y ésta mierda resultó un empate. Me detengo a un lado del camino, bajando de y pateando el casco cuando me lo quito.

Lo pateo con fuerza, haciendo que mi bota golpee y haga un ruido sordo. Él me retó, y yo a él, no sabía que estaba ante el jefe del cartel, hasta que Shaw lo dijo, y me tardé en llegar porque hoy no tenía ganas de competir, pero todo se fue a la borda, cuando me enteré que competiría con la leyendo de las carreras.

El teléfono en mi bolsillo vibra, y lo tomo sin ver si quiera, quién me está llamando.

—¡¿Qué diablos quieres ahora imbécil?!

—El jefe del cártel, no está contento con el empate, y quiere arreglar cuentas contigo en el ring, para demostrar quién es mejor. Ahora mismo.

—¡Yo tampoco estoy contento con el empate, Shaw! —grito— ¡Voy para allá!

Vuelvo a subir a la motocicleta, subiendo la velocidad al máximo, haciendo que el motor ruja y el viento azote mi cuerpo. Esquivo autos y demás, llegando en un tiempo muy corto a la fábrica abandonada.

Entro, y me quito los guantes de cuero, al igual que la chaqueta. Bajo las escaleras, y me encuentro de frente con Shaw.

—Vamos, debes cambiarte por algo cómodo.

—¿Cómo que por algo cómodo?

—Vas a pelear con el jefe del cartel, antes ha peleado aquí, y ha matado a muchos en esas peleas.

—¿Qué me quieres decir con eso?

—Que si el jefe así lo quiere, te puede matar, o torturar hasta que te rindas.

Lo sigo, y me ofrece un short negro. Me desvisto y me coloco la única prenda, dejando la ropa de cuero de lado. La rabia que tengo es demasiada, por lo que no me voy a dejar matar, ese tal jefe no me va a poder ganar, en las peleas no, ese es mi verdadero territorio.

—Vamos, ya va a comenzar —camino detrás de Shaw por el pasillo, hasta llegar al que es usado, como ring para arreglar cuentas.

Hay muchísima gente, y Normand anima, anunciando que habrá una pelea entre el jefe y yo. Le doy la espalda a la segunda entrada, por donde se supone que susodicho va a entrar, y comienzo a vendar mis manos.

—¡Hoy nuestro peleador estrella, y el jefe del cartel del norte, se van a debatir en una pelea cuerpo a cuerpo! —grita Normand, y quiero golpearlo para que se calle— ¡Que gane el mejor!

ATRAPADA~TMD: 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora