La bomba que guardaba uno de los secretos más oscuros de Celeste, al fin estalló, formando caos y salpicando a todo inocente o culpable. El tiempo se acabó, al igual que las reservas y la compasión.
Caín lucha por olvidar a la mujer que lo desestabi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Renacimiento
M
is tacones resuenan en la cerámica del pasillo, a medida que avanzo saliendo de la sala de conferencias. Los escoltas van detrás de mí, alejando a cualquier persona que quiera acercarse más de la cuenta.
Bajamos por el ascensor, llegando a la salida, mientras evado a la prensa que todos los días está frente a mi empresa, buscando fotografías o alguna entrevista de mi parte, y la verdad es que ya me colmaron la paciencia, y los voy a denunciar a todos por acoso.
Subo a la camioneta, y nos ponemos en marcha, conduciendo por las calles de Barcelona, mientras atiendo llamadas de nuevos proyectos, amigos o inversionistas. Decido apagar el teléfono y darme un descanso por hoy, por lo que me quito el saco, y me recuesto en el asiento. Son las seis de la tarde, y estoy más que agotada.
Llegamos a mi edificio, y los tres subimos al pen-house sin saludar a nadie, pues estoy tan cansada, que ni siquiera ánimos de saludar a los vecinos me dan. A medida que entro, me voy quitando los tacones, la falda, y me suelto el cabello, sintiéndome un poco más relajada.
—Noah —llamo a uno de mis escoltas, y él se me acerca— me daré un baño, pero si les apetece, pueden comer algo y relajarse, que no pienso salir de mi habitación hoy.
Él asiente, y yo sigo mi camino hasta mi habitación, la cual, para ser de una mujer empresaria de 24 años, es muy añiñada y colorida. Me desnudo por completo, y entro a la ducha, dándome un baño de agua caliente.
Al terminar, sólo me pongo bragas y una camisa que me queda muy grande. Me meto entre las cobijas viendo por el gran ventanal cómo el atardecer cae, y tomo el control remoto, encendiendo el televisor.
Paso canal por canal, intentando encontrar algo que sea interesante, y como no lo encuentro, me detengo en un canal de noticias internacionales, para averiguar que está pasando en otros países. Me pongo cómoda, y subo el volumen, viendo la TV.
En otras instancias, se nos informa que hoy 04 de julio, se ha levantado un gran omenaje a Celeste Adams Thompson, mejor conocida como Candela en el mundo de boxeo. La cual murió ya hace cuatro meses, y que el día de hoy, estaría cumpliendo años, si estuviera viva.
El gran abogado Albert Harson, el empresario Caín Patterson, y el comandante Nicholas Davis, han llenado el cementerio de rosas blancas y girasoles, utilizando también grobos terráqueos, para anunciar a todo el mundo, que no han olvidado a la gran joven de 21 años recién cumplidos hoy, que murió trágicamente en ese espantoso accidente en Madrid España.
Su única hermana, Bianca Adams, está al cuidado del comandante Nicholas Davis, según nos han informado.
Abro mi boca exageradamente, y me siento de golpe en la cama, cuando veo la fotografía de la chica de cabello castaño, y ojos avellana en la pantalla. Pero no, no puede ser que ella esté muerta. Reproducen fotos de ella cuando era boxeadora, y cada vez me quedan menos dudas de que es ella.
