Dilo mirándome a los ojos
Miro a Drake, el cual parece haber entrado en un shock muy fuerte. Albert permanece en silencio, y Caín está de brazos cruzados, desinteresado totalmente en las reacciones de los otros dos.
—¿Qué? —pregunta Drake en voz baja.
—Lo que oíste, mientras nosotros no estemos, él se hará cargo —respondo.
—¿Me estás jodiendo? —me pregunta, dando un paso al frente— ¡¿Vas a dejar a cargo a éste tipo?!
—Si, ya me escuchaste, y no tengo que repetirlo —digo.
—¡Te volviste loca Celeste, completamente loca! —grita, pateando una de las sillas— ¡Acabas de perder la cabeza, maldita sea!
—Primero que nada, loca ya estoy, y segundo, sabes perfectamente, que mi nombre no se puede mencionar aquí —advierto.
—¡Es que de verdad yo ya no entiendo nada de lo que tú haces, maldición! —patea otra silla, y se me acerca peligrosamente— ¡Explícame porque de verdad que no entiendo nada de ésto!
—Yo si —dice Albert, y todos lo volteados a ver— es él, o el retrasado policía corrupto —responde— y después de lo que ocurrió con Shelly, no se me hace una persona de fiar, y menos para manejar el tema del tráfico de drogas y personas.
Drake lo mira, sin creer lo que Albert le está diciendo, y alterna su vista entre el pelinegro y yo. De pronto da un paso adelante, quedando muy cerca de mi. Me toma de los hombros con fuerza, y comienza a agitarme.
—¡Reacciona de una maldita vez y entiende que no puedes dejar al frente, a una persona que ni siquiera sabe cómo manejar todo! —vocifera.
Y ni siquiera me da tiempo de quitarmelo de encima, porque Caín es quien lo toma de las muñecas, separándolo de mi, y poniéndose en medio de ambos, haciendo una especie de escudo con su cuerpo.
—Resuelve tus putos problemas conmigo de otra forma, no pagandola con ella, porque no me interesa si eres el mismísimo Dios, a Celeste la tocas sobre mi cadáver —dice el castaño, con voz baja y amenazante.
—Aquí estás sobrando —responde Drake.
—Es tú decisión Drake, o me acompañas a Rusia y el se queda aquí, o tú te quedas, y el se va conmigo y de paso, cierra el negocio en Argentina —digo, poniéndome al lado de Caín, de forma que Drake me mire directamente.
No responde, y simplemente se da la vuelta, saliendo de la habitación. Cierra de un portazo, y las miradas de Albert y Caín se centran únicamente en mi.
—Agradezco a Dios que seas inteligente, porque si fueras una niña inmadura, hubieras dejado a Nicholas al frente, y todo se hubiera ido a la mierda —dice Albert— por mi parte, estoy totalmente de acuerdo. Prefiero a Caín, que al muñequito con pistola de juguete.
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ATRAPADA~TMD: 2
AcakLa bomba que guardaba uno de los secretos más oscuros de Celeste, al fin estalló, formando caos y salpicando a todo inocente o culpable. El tiempo se acabó, al igual que las reservas y la compasión. Caín lucha por olvidar a la mujer que lo desestabi...