CAPÍTULO 22

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Juegos

Nueve años atrás

Camino por la calle, con el cigarrillo en mi mano, mientas veo que poco a poco éste se va terminando. Miro al cielo gris, deben ser al menos las tres de la tarde, pero parece que estuviera a punto de oscurecer, debido a la oscuridad que hay en toda la ciudad.

No me extrañaría que pronto comenzara a llover, y sigo caminando, con una mano en mi bolsillo y la otra tomando el cigarrillo para llevármelo a los labios, mientras veo que la gente comienza a buscar algún lugar en donde esconderse.

Mi teléfono suena, y lo saco viendo el nombre "Papá" en la pantalla, a lo cual sólo apago el celular, y lo vuelvo a guardar.

Se perfectamente para qué me está llamando, pero la verdad ahora mismo no me apetece explicar, el porqué de tener con hoy, ya tres días de faltas en la escuela, en lo que va de semana, y miren que es miércoles.

A Abel se lo llevaron a un internado a la Patagonia, porque él no supo hacer las cosas bien, además, que no sabía en qué momento debía actuar, y eso lo hundió. El único lado bueno de eso, es que está con Adrién, molesto y todo, pero por lo menos tiene compañía.

De pronto escucho un ruido seco, como de algo callendo al suelo. Miro a todos lados, pero sólo veo a una niña caminando con una mochila, y una sombrilla. Vuelvo a escuchar otro ruido, como si alguien estuviera golpeando el suelo muy fuerte, con la suela de su zapato.

Veo que a unos seis pasos, está lo que parece ser la entrada de un callejón. Dejo caer el cigarrillo en el suelo, mientras un trueno anuncia la lluvia que pronto comienza a caer. Me acerco al callejón, asomando mi cabeza poco a poco, y veo una figura de espaldas, golpeando el piso con lo que son ¿Tacones?

Se da la vuelta, y puedo ver a una mujer rubia, vestida con un traje de pantalón de vestir negro, y camisa manga larga blanca, junto con un saco del mismo color del pantalón. Patea el portafolios que está tirado en el suelo, y suelta un grito, lleno de rabia.

—¡Malditos machistas, son unos infelices todos! —grita, y se nota su ira en el tono de voz que usa.

Patea al menos diez veces más el portafolios, hasta que su tacón se rompe, y procede a quitarselos con nada de sutileza.

—"Una mujer no puede pertenecer al gobierno en un cargo tan importante" —dice en un tono muy burlón, mientras mueve su cabeza con exageración.

Es muy hermosa, y debe tener al menos unos 22 o 23 años. Vuelve a gritar, tomando su cabello y respirando con dificultad, al parecer cansada.

—¡Ojalá todos los hombres de éste maldito mundo se pudran en el infierno por inadaptados he ignorantes!

—¿Por qué todos y no sólo los que te fastidiaron? —pregunto, y de inmediato levanta la vista mirándome asustada, mientras yo estoy recostado en la pared.

—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —pregunta, recogiendo el portafolios y dando un paso atrás. Su cabello ya está muy mojado por la lluvia.

—¿Yo? Soy sólo un tipo que iba caminando por la calle tranquilamente, y de pronto escucho a una loca gritando "Son unos infelices todos" así que, me quedé a ver de qué iba el chisme —digo, hablando con despreocupación.

ATRAPADA~TMD: 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora