ATRAPADA~TMD: 2

EXTRA DE AÑO NUEVO

Basado en el capítulo 19-20 de reservada.

Todo es real.

April.

Veo como Caín se sube a Celeste en el hombro, ella está demasiado molesta, fuera de control, y no intervengo, cuando me doy cuenta que planea llevársela a la fuerza.

—¡Bajala ahora! —Dice Bastian, queriendo imponerse, pero Caín no lo determina, en cambio sigue caminando.

—¡Sueltame, maldita sea! —grita Celeste, pero el castaño la ignora— ¡Que me sueltes!

Desaparecen por la puerta de la discoteca, y yo me quedo analizando lo que acaba de pasar. Luego miro al suelo, para ver a la pelinegra que allí está, Adrién y Sirio intenta socorrerla, levantándola del suelo, y hablandole a ver si reacciona.

—Hay que llevarla a un hospital —escucho el comentario de Hugo.

—Pues por mi que se muera, yo no voy a llevar a nadie al hospital —responde Ariana, tomando la chaqueta que está sobre una de las sillas, y saliendo del lugar.

—Yo me encargo de llevarla junto a Sirio —responde Atria— tú ve a acompañar a Ariana.

Asiento, y tomo mi chaqueta junto con mi cartera, para luego correr detrás de Ariana. Salgo a la calle, y me quedo mirando a todos lados, hasta ver a la castaña que camina, abrazandose a si misma.

Por mi lado pasa Bastian echo una furia, y se monta en su auto, sin siquiera determinarme. Perfecto, todas nos vimos en su auto, y ahora nos tocará a mí y a Ariana tomar un taxi.

Corro hasta alcanzarla, y logro ver, cómo se limpia unas lágrimas que brotan de sus ojos con el dorso de su mano. Me coloco a su lado, pero ella hace el esfuerzo por caminar más rápido.

—Ariana, espera —pido.

—Dejame, April —pide.

—Eso que dijo Eirene es una tontería, sólo es una persona superficial, oye, tú no eres ninguna muerta de hambre —le digo.

—Rubia, por favor, quiero estar sola —responde.

—Vamos, te quedas en mi casa, en una de las habitaciones de huéspedes, y te juro que no te voy a molestar —le digo.

No me responde, y continúa caminando. Recurro a otro método, y la tomo del brazo con fuerza, deteniendola y obligándola a mirarme.

—Al menos déjame llevarte a tu casa —pido.

—No tienes auto —responde con sarcasmo.

—Nos vamos en taxi y te acompaño —sonríe, y sus ojos se ven cristalizados.

—¿Me dejarás en la puerta de mi casa, como si hubiéramos ido a una cita? —pregunta burlona, y sonrío, feliz de que al menos esté bromeando.

—Claro —respondo, pasando mi brazo sobre sus hombros.

Caminamos un rato, hablando y riendo sobre la expresión y todo lo que le hizo Celeste a Eirene. Es cierto que es bastante impulsiva, y yo trato lo más que puedo de controlarla, pero a veces se me hace imposible.

Pasamos al menos media hora caminando, pero ni rastros de algún taxi, lo único que pasa son autos, llenos de borrachos y hombres que nos quieren dar un "aventon", y honestamente, no confío en eso.

De pronto un auto se estaciona al lado de nosotras, es azul y deportivo. Ariana me mira, y yo hago lo mismo, para luego dar un paso atrás, listas en caso de que tengamos que recurrir a correr. Nosotras no somos Celeste, que golpea a cualquiera que se le acerca.