P.E.D.D.O

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Inicio del Flashback

Grimmauld Place....

El sonido de una aparición se escuchó en la puerta del hogar de los Black, era Mérula, hacía bastante tiempo que no visitaba aquel sitio, y le trajo muchos recuerdos, aunque se desconcertó cuando vio a Sirius sentando a la mesa principal tomando la mano de una chica desconocida para la Avery.

- ¿Mer? - preguntó Canuto con cierta sonrisa e incomodidad porque la nombrada viera aquello, sabiendo la conexión que ella tenía con su difunta esposa Marlene.

- Sirius - la pelinegra ignoró educadamente lo que había visto y abrazó al adulto Black que se levantó para saludarla. Sinceramente detestaba cuando alguien que no fuera Regulus le dijera "Mer" pero sabía como era el hermano de aquel joven, por lo que lo dejó pasar.

- Cuanto tiempo...¿cuantos? ¿15...16 años? - dijo él cuando ambos se soltaron del abrazo con una sonrisa.

- dieciséis - destacó Mérula devolviendo la sonrisa. Debía admitir que los primeros años de Hogwarts había odiado a los Merodeadores, aunque ¿Qué se podía esperar? Pues molestaban a Snape y Regulus siempre decía lo imbécil que era su hermano, pero cerca de los últimos años escolares se habían vuelto muy cercanos, aunque más con Marlene.

Con una acogedora y educada mirada, la esposa de Lestrange miró a la invitada de su amigo, quien en el mismo instante de notarla le sonrió.

- Oh... Mer, ella es Emily White. Emily, ella es Mérula Avery, una vieja amiga de la familia - presentó Sirius algo nervioso.

- Es un placer - se dijeron una a la otra una vez que estrecharon sus manos.

Minutos después, los tres se encontraban sentados en la mesa. Kreacher traía tres tazas de té cuando vio a Mérula y sus ojos se iluminaron.

- Señora Mérula. Es un placer para el viejo Kreacher volver a tenerla aquí después de tanto tiempo - dijo el elfo para después irse por orden de su amo.

Por unos segundos el comedor se mantuvo en silencio, y en los primeros instantes, Emily dedujo que los otros dos presentes requerían de un momento a solas, por lo que, disculpándose, les dijo que iría a la biblioteca de la casa.

- Ella...es una buena amiga - exclamó rápidamente el hombre justo después de que la dama saliera de la habitación.

- ¿Te lo pregunte? - preguntó Mérula con un gesto irónico y divertido al ver como el otro daba explicaciones. Pasó un breve minuto hasta que ella volvió a mencionar el tema - ¿Orion la conoce? 

- No. Es...demasiado pronto. No quiero que se confunda - explicaba con inquietud -, ya sabes, está viviendo conmigo hace muy poco, y lo de Marlene...-

- Lo entiendo - dijo ella - no sabes cuanto. 

El silencio se apoderó del lugar.

- Dime, Mérula ¿Qué te trae por aquí?- inquirió el Black tiempos después - Dudo que te arriesgarías a venir por nada.

- Vengo a hablar de mi hijo...Septimus - informó ella después de unos segundos de sólo ver su taza de té.

- Septimus, sí, Orion me habló de él ¿Qué ocurre con él? - preguntó nuevamente con una mirada serena. 

- Yo...no quiero parecer maleducada ni entrometida, pero...quería preguntarte si Septimus podría quedarse el verano aquí, con vosotros, Orion y tú - suplicó evitando la mirada del Black, pues a ella le parecía una horrible falta de respeto preguntar cosas como esas.

- Ni hablar, tanto tú como tu hijo seréis bienvenidos en mi casa, y estoy seguro de que a Orion le encantará la idea - dijo con entusiasmo.

- Te lo agradezco, Sirius. Sólo quiero que Septimus sepa lo que es tener una verdadera familia, y siendo sinceros, la nuestra no es la mejor - sopesó con una mirada melancólica -. Siempre cuando lo veo con Orion él cambia, me refiero a que, es como si ambos se olvidaran de todo lo que les pasó, y sólo fueran niños.

El Heredero de Regulus Black (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora