Halloween

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Septimus había pasado la mayor parte del día en la biblioteca, y sabía que cerca de las cinco y media debía emprender camino hacia el carruaje de Beauxbatons, algo que ya llegó a no desagradarle.

Media hora antes de la hora que se propuso, una niña de cabello tan claro como el de la señorita Delacour se sentó junto al Lestrange, quien la miró con curiosidad al tener puestos los colores a la vez que lo miraba con unos enormes ojos azules.

- Eres Septimus Lestrange ¿Verdad? - consultó la niña en francés.

- Sí, soy yo ¿Por qué? - interrogó el mayor mientras cerraba su libro de licantropía.

- Hablan mucho de ti en el carruaje - informó ella, haciendo que Septimus alzara las cejas con una sonrisa, pensando un "¿De verdad? " pero optó por seguir con seriedad al estar hablando con una niña.

- Espero que hablen cosas buenas de mi - bromeó con una linda sonrisa, haciendo que la niña se la devolviera - ¿Y bien? ¿Qué necesitas, pequeña? -

- Quiero hablar tu idioma, pero mi hermana no tiene tiempo para enseñarme - explicó ella con un rostro de desilusión.

- ¿Quién es tu hermana? - curioseó con interés, teniendo los parecidos rasgos que la niña tenía a la joven cautivadora.

- Es Fleur, hablaste con ella un par de veces. No le digas que salí del carruaje, o se preocupará - suplicó la niña, aunque causando el más mínimo efecto en Septimus.

- Escucha; debo llevarte al carruaje, pero le diremos a tu hermana que sólo te perdiste, y te prometo que te enseñaré mi idioma ¿Quieres? - aconsejó con un semblante neutro. Estaba intentando hacer lo correcto.

La pequeña sólo asintió, para que minutos después, se encontrara caminando por los pasillos junto al Lestrange, quien por mientras le explicaba como sonaba cada letra del abecedario en su idioma. Caminaban a un paso normal, y Septimus, con su túnica de Slytherin, imponía respeto en su andar.

No tardaron demasiado en llegar a los terrenos del castillo, por lo que en un abrir y cerrar de ojos, los dos se aproximaban lentamente al carruaje, pero el ojinegro se detuvo para inclinarse y estar a la altura de la niña.

- Ahora entra, niña - le dijo con una tranquila voz monótona.

- No me digas niña - se quejó la menor.

- No me dijiste tu nombre -

- Soy Gabrielle Delacour - se presentó ella finalmente, alzando su mano derecha para estrecharla, algo que al mayor le dio ¿ternura o vergüenza de que la niña sea más educada que muchos en Hogwarts?

- Es un placer, Gabrielle - expresó él mientras estrechaba la mano de la francesa -, yo soy Septimus Sarvolo Lestrange -

- ¿Sarvol...? - estaba a punto de decir cuando se oyó como la puerta del carruaje se abría.

- ¡Gabrielle! - vociferó Fleur mientras corría al encuentro de su hermanita, y la tomaba por las mejillas procurando de que esté bien. La niña le decía que se había perdido, y luego miró al Lestrange para que le siguiera la corriente.

- Yo estaba caminando por aquí cerca, y la crucé - decía de forma convincente -, entonces me dijo que estaba perdida, y vinimos aquí - terminó de decir en su lengua materna.

- 《Gracias》- creyó Septimus haber entendido que vocalizó la menor en los brazos de su hermana.

Fleur no sabía si continuar abrazando a su hermana, o terminar de agradecerle al joven aquella molestia.

- No hay nada que agradecer - exclamó con educación -. Por cierto, vendré en veinte minutos a buscaros para ir a la cosa esa de Halloween.

Las dos hermanas asintieron y comenzaron a acercarse al carruaje, no sin que Septimus le guiñara el ojo a la menor de forma cómplice. El Lestrange dio media vuelta, sin enterarse que por unos segundos, la mayor de las Delacour se quedó viéndolo.

El Heredero de Regulus Black (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora