CAPÍTULO 4

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    "No tomo" fue la respuesta que salió de sus labios después de rechazar una invitación de Lucía a tomar unas cervezas, pese a ser viernes, prefería estar en su casa tomando unos mates y mirando alguna película que encontrase en la tele. Así comenzaba su ritual de viernes por la noche: pijama, mates, torta de chocolate, sofá, frazada, y... cambio de planes, al no encontrar algo entretenido para mirar en la televisión, su mirada se depositó en la portátil, aquella que le recordaba sus únicas palabras escritas Capítulo 1. Era inútil, carecía de inspiración, su musa se había ido de copas y aún estaba en el after party, sin intenciones de volver. Era inútil.

  Aquel panorama se tornaba paradójico y hasta humorístico, una aspirante a escritora con un empleo mediocre, sentada frente a la computadora, a la espera de su próxima y gran novela que aún no había empezado, con sus dedos apoyados en el teclado y su mente totalmente en blanco. Triste panorama.

  Ana cerró de un golpe la computadora, y frustrada se volvió a sentar en el sofá, se cebó un mate y revisó sus contactos como todas las noches, estaba en línea, así que escribió un simple Hola, pero lo borró al instante. Con un par de solitarias lágrimas que limpió de su rostro, rápidamente, decidió buscar otro contacto, marcar su número y escuchar aquella voz que siempre la reconfortaba a pesar de las distancias.

Hola mamá. Te extraño.

LA DESAPARICIÓN DE VERÓNICA WARRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora