LA DESAPARICIÓN DE VERÓNICA WARREN

CAPÍTULO 9

    Se había decidido a ir hacia el colegio Torres de marfil esa misma tarde, sin embargo, se había largado a llover, unas gotas invadieron su ventana y las ganas de quedarse en su casa parecían querer apoderarse de sus intenciones de salir. Esta vez no sucumbió a la tentación.

  Gracias al GPS fue capaz de encontrar la ruta que la llevaría hacia el destino acordado, pese a la lluvia que arreciaba, podía visualizar el camino con un poco de dificultad, "por acá no hay nada más que bosque", pensó. De pronto el teléfono sonó, buscó en su cartera desesperadamente, hasta que un suceso inesperado la hizo alzar la vista nuevamente, una chica cruzó la carretera corriendo. Casi se la lleva puesta, esto la obligó a realizar una mala maniobra y frenar de golpe. Con la respiración aún agitada, buscó con la mirada a aquella muchacha, pero no logró ubicarla "Quizá se ha perdido entre los árboles" pensó, así logró tranquilizarse, y lo hizo aún más cuando levantó la mirada para descubrir la cúpula de un viejo colegio, "el colegio Torres de marfil". Se alegró de pronto y, decidió caminar hacia allí a pesar de la fuerte lluvia. Ni bien estaba frente a la puerta de madera un poco descuidada, llamó con tres golpes, y fue justo en ese momento cuando se dio cuenta de un detalle importante: ¿Qué iba a decirle a quien la atendiera?, ¿cuál era la causa por la cual se encontraba allí? El tiempo no estuvo de su lado y antes de que pudiera pensar una buena razón de su llegada, una mujer bajita y regordeta abrió la puerta.

—Hola, ehhh... Hace frío allá afuera y...
—Vos debes ser Eva Medina, la nueva auxiliar, ¿no?

La lluvia, el viento y las ganas de empezar su novela no le dejaron decir que no.

—Sí, sí, soy Eva Medina.
—Adelante, te estábamos esperando.

Las puertas se cerraron detrás de ella.