Charmolipi 📀 [LGBTQ+]

57 | miles

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-Si Ceci, lo sé.-dijo en voz alta mientras giraba el volante del auto.

-Miles, le prometí a Francis que la ayudaría a limpiar después...-se escuchó la dulce voz de Cécile a través del alta voz del automóvil.

-¿Esta bien...?-cuestionó confundido.

-Asi que antes de llevarme a casa nos quedaremos a recoger un poco el desastre.

-¿Quedaremos?-preguntó con la frente arrugada.

-Si, Miles, tu también, son tan amigos tuyos como míos y los ayudaremos.

-Ya que...-murmuró con resignación, bajando la velocidad.

-Bien, bueno, nos vemos en casa de Fran y Alex a las 9:00. No olvides ponerte tu disfraz-

-¿No debo pasar por ti?-cuestionó, mientras le sonreía amigablemente al hombre con sombrero del otro lado de la cerca.

-¿Es que no me estás escuchando, amor? Yo ya estoy con Francis, igual que el resto de chicas, la ayudamos a guardar las cosas de valor.

-Ah, cierto, es que me he confundido un poco...-susurró el pelinegro asintiendo con agradecimiento al hombre que le abría la cerca pintada de blanco.-Te veré en la fiesta Ceci.

La menor frunció el ceño...hace un par de semanas que había dejado de llamarla por motes cariñosos, había vuelto a ser Ceci, como cuando eran amigos.

-Nos vemos en un rato , cielo.-murmuró, mientras alejaba de un manotazo a Clementine que le ofrecía una botella de cerveza.-Te amo.

-Si, te busco en cuanto llegue.-respondió rascando su cuello mientras estacionaba su auto junto a una bella y enorme camioneta negra.-Te amo Ceci.

Te amo tanto como amo a mis amigos. Pensó, sintiendo nuevamente ese peso en su pecho.

-Miles...

-Debo colgar cielo, nos vemos en la fiesta. Besos.-murmuró, frenando.

-Besos.-y después el sonido de un beso sonó por todo el auto, colgó con un suspiro.

Apagó el auto y se quedó mirando al frente unos cortos segundos, preguntándose qué demonios estaba haciendo.

Cécile era increíble, y por eso mismo odiaba usarla para esconder su sexualidad.

La quería muchísimo, pero no tenía la valentía suficiente como para admitir que le gustaban los hombres, lo había intentado cerca de trece veces, pero al final siempre terminaba echándose para atrás.