Charmolipi 📀 [LGBTQ+]

10 | florence

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-¿Iremos a la fiesta del sábado?-preguntó la peliazul, dándole una mordida a su bombón quemado.-Estamos a miércoles y necesito comenzar a formar outfits.

Hailey suspiró, encogiéndose de hombros mientras acercaba su bombón clavado en un tenedor a la 'fogata' improvisada que hicieron con una tabla de piedra y hojas de papel.

-No se, si tienes ganas de emborracharte entonces si, podríamos ir.-murmuró, soplando la pequeña flama que aún quemaba el dulce.

-Si...tengo muchas ganas de estar ebria, la verdad.-susurró repentinamente más decaída, su amiga la miró curiosa.-Vi a Clementine besarse con un chico ayer.

Hailey suspiró, sin saber exactamente qué decir.

-Flo, sabes que ella es hetero, literalmente la has visto comerse la boca con más de veinte chicos diferentes.

-Si...aunque en su defensa debo decir que los besos no son algo muy íntimo, no quiere decir que se haya acostado con ellos.-murmuró, colocando otro bombón en su tenedor.

-Bueno, eso es cierto, pero no puedes hacerte ilusiones con una hetero, lo sabes.-informó obvia.

La peliazul cubrió su rostro con las palmas de sus manos y se dejó caer sobre el suelo de su habitación, con el dulce sobre su muslo.

-Odio que ni siquiera me mire.-susurró.-La semana pasada cuando me habló en danza creí que sería nuestro inicio ¿entiendes?

-Si, lo entiendo.-asintió, llevándose otro bombón a la boca.-La verdad también lo creí, por cómo se acercó toda nerviosa, pero supongo que solo interpretamos mal su lenguaje corporal.

Florence la miró mientras apretaba sus labios.

-Ya no interesa más...supongo qué tal vez podría solo ser su amiga.

-Uy si, te voy a creer que superaste tan rápido tu crush de dos años con ella, no jodas Florence.-respondió incrédula.

-Calla que te puedo echar de mi casa.-respondió señalándola, con una mirada divertida.

Se miraron con ligeras sonrisas hasta que la puerta de su habitación fue abierta de forma lenta.

-Hola Hailey.-saludó su madre amable a la pelimorada.

-Hola.-respondió con una sonrisa.

-Florence, ¿has visto el collar de tu padre? No lo encuentra por ningún sitio. Y justo vamos a ver a quien se lo obsequió.

La nombrada pensó unos cuantos segundos para terminar negando, sacandole una maldición a su madre.

-Joder ese hombre.-suspiró rodando los ojos.-Les juro que es como tener tres niños en casa.

-Pero yo ya no soy una niña.-murmuró Florence con el ceño fruncido, su madre la miró divertida.

-Luz de mi vida, aún eres una nena, así que calla.-susurró con una sonrisa, acercándose hacia ellas en el piso.-Tu padre y yo nos vamos.-avisó agachándose para besar la frente de ambas adolescentes.