Sʜᴀᴅᴏᴡ (El comienzo)→Jᴇɴʟɪsᴀ

XV

Rosé, conocía muy bien a Lisa. Aquellos años de amistad, le permitieron conocer cada detalle de ella. Lisa, siempre fue una persona cerrada y retraída, pero eso no fue impedimento para que aquella chica alegre se acercara a ella.

Su amistad no fue fácil, hubo una época donde Lisa, estaba teniendo comportamientos muy rebeldes, motivo por el cual fue dispuesta a ir a terapias psicológicas por un largo periodo. Pasado un tiempo logró equilibrar sus emociones, y de todo aquello fue testigo su amiga.

Aquellos tiempos no fueron nada fáciles, casi le costaron su título en la universidad. Paso un tiempo alejada de cualquier vida social. Pero, Rosé, siempre estuvo a su lado, aunque aquella pelinegra se negara.

Ahora se encontraba en la oficina de aquella, había decidido compartir algo de comer, unos croissants. Sabía que Lisa, muy poco se alimentaba bien, así que cada vez que podía llevaba comida a su oficina. Muchas veces aquella se negaba, pero cuando se trataba de dulce, no podía evitar resistirse.

─Prueba este ─ofreció aquella rubia, con sus mejillas infladas─ . Es un nuevo relleno.

─Hum... no, me gusta lo clásico, este de chocolate está bien.

Rosé, miraba en Lisa, algo singular cada vez que aquella probaba dulce, tenía un aspecto aniñado en su mirada. Como una ilusión perdida en el tiempo, como una mirada que nunca pudo florecer en su debida época, como una mirada que estuvo presa.

Por su mente pasó un fugaz pensamiento mientras miraba a su amiga, sintió temor, no quería ver en aquella mujer aquella mirada que tenía en aquellos tiempos de astenia. Temía que aquello se volviera a repetir. Sólo deseaba ver aquella mirada aniñada y no aquella mirada perdida.

─Lisa ─llamó aclarando su garganta─. ¿Has vuelto a tomar? ─Lisa, ignorando aquello siguió comiendo, y Rosé decidió proseguir─. Sabes que... odio que fumes y sé que lo has retomado, sabes que Jisoo─

─Es increíble cómo puedes dañar un simple momento, ¿no?

─Yo sólo─

─Sólo te empeñas en dañar las cosas ¿Te gusta alterarme es eso? ─colocó aquel Croissant a medio comer, sobre la mesa de cristal, y se puso de pie, dejando a una rubia sola en aquel sofá.

Caminó hasta una esquina de su amplia oficina, deteniéndose al frente de una pared de cristal que ofrecía una vista de la ciudad. Odiaba tener aquellos tipos de conversaciones, que sólo tenían sermones y reproches por su actitud. Odiaba ser un desastre y que los demás se lo recordarán.

─Discúlpame, Lisa ─advirtió como Rosé, colocaba una mano sobre su hombro al momento en que se paraba a su lado─. Soy una tonta lo sé.

Lisa se mantuvo muda, observaba aquella ciudad, mientras que Rosé se lamentaba internamente, no podía evitar ser como una madre preocupada por su pequeño.

─Oye Lisa, quería pedirte que me acompañes a hacer unas compras ─la mencionada volvió su rostro hasta la rubia, quien esbozó una media sonrisa, aquella que utilizaba para manipular.

─Conmigo no funciona esa sonrisa ─dirigió su vista de nuevo al frente─, será con Jisoo, solamente.

─Vamos Lisa, necesito que me acompañes ─pedía zarandeando el brazo de la otra, quería animar a la pelinegra luego de aquella pregunta fuera de lugar.

─¿Para qué? Sabes que no sé de moda, ni esas cosas. Sólo voy y compro lo que creo necesario, sin detenerme a ver detalles.

─Sólo quiero tener tu compañía ─Lisa volvió su rostro mirando a su amiga que tenía la vista al frente y un puchero en su boca.