Capítulo 8

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—Joven —Se escuchó una dulce voz de mujer—. Joven —Llamó esta vez sacudiendo el hombro del rizado.

Harry abrió los ojos a la primera sacudida, encontrándose con una mujer de edad avanzada con sus 50 y tantos años encima. Portaba uno de esos clásicos uniformes que usan las sirvientas y el cabello rubio recogido.

—¿Qué sucede?

—La señora Johannah me ha dicho que viniera a hablarlo para la cena.

—¿La cena? —Preguntó aturdido—. ¿Qué hora son?

—Faltan 15 minutos para las 8:00 de la noche, jovencito.

¿Las 8:00 de la noche? ¿Se había quedado dormido más de una hora?

—Está bien. En un momento bajo.

—Muy bien —Dijo mientras caminaba hacía la puerta. Antes de salir se volteó de nuevo hacía el oji-verde—. Por cierto, soy Ángela. A sus servicios jovencito.  —Le dio una última sonrisa y se fue.

A Harry no le había dado tiempo ni de agradecer cuando la mujer ya se había ido del cuarto.

Se levantó y fue al baño para remojarse la cara y despertarse bien. Solo se había recostado y se terminó quedando dormido. Ese colchón era mágico.

Se encaminó hacia abajo pero tropezó con algo.

Sus maletas.

Automáticamente recordó a Louis aventando su equipaje como si de basura se tratase.

Louis le parecía un chico muy atractivo pero su actitud lo arruinaba todo. Desgraciadamente su cara bonita se iba al demonio cuando empezaba a hablar.

Llegó al comedor encontrándose con un hombre rubio y una chica castaña a los cuales desconocía.

—Harry —Le llamó Jay desde su asiento—. Le dije a Ángela que fuera a hablarte para cenar, espero que no te haya incomodado en algo.

—No hay problema.

—En un momento traen la comida. —Se giró hacía la mesa observando al rubio. —Bueno, aprovechando que están ambos aquí, Mark él es Harry. Harry él es Mark, mi esposo.

—Mucho gusto Harry. —Lo saludó sonriente estrechando su mano amablemente con la del rizado.

—El gusto es mío. —Le dijo devolviéndole el gesto.

Jay volteó hacía el otro extremo de la mesa. —Y bueno, ella es Eleanor. La novia de Louis.

Fue hasta ese instante que se dio cuenta de que el castaño estaba al lado de ella mirándolo fijamente. —Hola Eleanor. —Le sonrió.

Secreto Styles #LarryStylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora