Capítulo 2

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—¡Gemma! —gritó felizmente el rizado abalanzándose sobre la chica rubia que se encontraba parada en el umbral de la puerta.

Hace unos minutos estaba viendo un programa de televisión, más bien, un reality show sobre personas que competían haciendo pasteles; hasta que escuchó que llamaban a la puerta encontrándose con quién menos imaginaba en esos momentos. Su hermana. Había extrañado muchísimo a Gemma, a pesar de que a veces discutían por cualquier estupidez o contradecirse como suelen hacerlo los hermanos, le hacía mucha falta aquella chica.

Era difícil tener que acostumbrarse a verla cada año en las vacaciones.

—¡Hazza! —Le abrazó su hermana y le dedicó una sonrisa.— ¿Cómo has estado? Te he echado mucho de menos ricitos. —Le burló.

—Oye. —Se quejó separándose del abrazo—. Bien, ¿y tú que tal?

—Bien. —Revolvió la mata de cabellos de su hermano menor— Valla, cuanto has crecido Harry. ­—Lo beso tiernamente en la frente.

—Estas un año fuera, ¿Qué esperabas? ¿Verme a como estaba la última vez? —Rio el rizado.

—Hola linda. —Interfirió la pelinegra saliendo de la cocina con un delantal acercándose a sus dos hijos—. ¿Cómo te las has pasado en la Universidad? ¿Va todo bien? ­Preguntó tiernamente.

Gemma aparto su mirada de Harry para ver a su madre. Su mirada se clavó directamente a sus ojos, así como siempre lo hacía, con rencor. Harry siempre pensaba que esa forma de mirar era porque no la dejo ir a aquella fiesta de su mejor amiga hace tiempo, tal vez, así era su forma de expresar su orgullo.

—Si con ir todo bien te refieres a tarea y estrés excesivo, si, muy bien mamá. —Respondió sarcástica y cortante mientras subía a su habitación.

Anne bajo la cabeza.

—Tal vez esta así porque la vez pasada no la dejaste ir a la fiesta en casa de su amiga Hanna. —Se dirigió a su madre—. Bueno, eso fue lo que me dijo la última vez que se comportó así contigo.

Suspiró nostálgica y miro a su hijo. —Si, eso debe ser. —Le sonrió—. Debo volver a la cocina cariño, seguiré preparando la cena.

Asintió y se quedó dónde estaba. Harry siempre había sido muy curioso y estaba empezando a dudar de la excusa de la "fiesta" que le había dicho su hermana era la razón por la cual se comportaba así con su madre, varias veces Anne le había prohibido ir a fiestas o salir con sus amigos y Gemma no lo tomaba tan apecho, no tomaba esa actitud de hablarle indiferente, fue de un tiempo a otro que noto repentinamente como había cambiado su forma de ser y de actuar con la mujer que los trajo a la vida.

Subió corriendo las escaleras en busca de la rubia.

Al llegar, camino al fondo encontrándose con la puerta de la habitación de Gemma, para su mala suerte, tenía seguro.

Secreto Styles #LarryStylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora