Louis había salido exhausto de la escuela.
Habían recibido una plática todos los de último grado sobre las diversas carreras que podían estudiar y en que universidades locales podrían llevarlas, etcétera, etcétera. A Louis no le importo en lo absoluto.
Él se preocuparía por eso después.
Ahora, solo estaba ocupando su mente pensando en si irse a casa o no.
Cuando terminó la tediosa e innecesaria plática para Louis, el director había concedido el permiso de retirarse. El problema era que siempre esperaba a Harry para irse juntos y no sabía cómo reaccionaría el rizado al saber que se fue sin él.
Aún faltaba una hora para que Harry y los demás salieran. Una hora en la que probablemente se quedaría dormido como un vago en la entrada del colegio.
Se sentía exhausto, cansado e irritado.
Normalmente siempre al final de la semana se sentía así. Era como si todo el peso de los días anteriores se alojara en sus hombros y fuera quitado hasta que llegaba y se acostaba en su cama junto con Harry. Eso solían hacer los viernes para platicar sobre cómo les fue su semana. Sonrió ante la costumbre que estaban tomando sin darse cuenta.
Sin embargo, esa jodida charla sobre universidades solo lo había frustrado e irritado más de lo normal.
Definitivamente mejor se iría a casa y después llevaría al rizado al lugar que él quisiese y le compraría algo sorpresa para compensar el hecho de no haberlo esperado.
Últimamente le preocupaba mucho lo que Harry pensara de él y sobre lo que hacía. No quería decepcionarlo con sus acciones. Nunca.
Pero sin embargo ese día se sentía muy cansado.
Sacó sus auriculares que tenía en un bolsillo interno de la mochila y los conectó a su iPhone poniéndolo en modo aleatorio.
Tenía flojera de caminar y se maldijo así mismo por no haber llevado su auto ese día.
˂¿Por qué mierda no traje el carro?˃ Se regañó para sí pero luego cayó en cuenta de algo:
No lo había llevado porque esperaba irse caminando y hablando con Harry en el camino. Y con el auto, el tiempo en que llegaban se hacía más corto; eso implicaba menos tiempo para hablar con él.
Era todo un cursi.
Emprendió su camino rumbo a la residencia donde vivía. Todo el tiempo con los auriculares puestos.
No se dio cuenta de que alguien lo seguía.
Cuando finalmente dobló la esquina de la calle donde se encontraba su hogar, una persona lo tomó bruscamente por el hombro haciendo que se diera media vuelta, casi con la respiración estancada en los pulmones.
Casi, hasta que reaccionó y fue consciente de quien era:
Eleanor.
—A la mierda —Exclamó en un suspiro intentando relajar el ritmo de su corazón—. ¿A ti que chingados te pasa? ¿No sabes hablar a una persona primero antes de darle un susto de muerte?
—Por el amor de Dios, que niña eres —Contestó mirándose las uñas con aires de egocentrismo—. Te estuve llamando desde la jodida segunda cuadra de la escuela pero no me escuchabas. ¿Es que tienes el maldito volumen en mil o qué?
—Créeme que al estar escuchando tu voz me da ganas de quedarme sordo —Se quitó los auriculares y los guardo de mala gana en su mochila nuevamente—. ¿Qué quieres?
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Secreto Styles #LarryStylinson
FanfictionAnne y Jay son muy buenas amigas desde la infancia, ambas crecían una al lado de la otra; por motivos, Anne y su familia dejan Londres para ir a vivir a Nueva York, ahí las dos amigas se separan. Jay se enamora y tiene dos hijas, después tiene a un...