Se sabía de la existencia de 20 dedos pertenecientes al Rey de las Maldiciones, Ryomen Sukuna. Pero en antiguas leyendas, Sukuna compartía su trono con otro espíritu maldito. Y si bien su relación no era del todo buena, se toleraban y hasta cierto punto se querían, a su forma. El pequeño detalle es que ella después de ser asesinada logró encarnar en nuestra era sin ningún recuerdo de lo que fue antes volviéndose en un peligro para los demás. Sin saberlo esto podría ser usado para un bien mayor si se interviene a tiempo antes de que recuerde lo que era