Conocí a corta edad lo que es la traición. La peor, por parte de la persona que amaba sin importar lo que eso representaba. Él, accedió a las demandas de su familia y me dio la espalda. Fui humillada y señalada. Ahora, es el momento de saldar unas cuantas deudas. Me llaman víbora, viuda negra. Los que creen poder domarme terminan comparándome con las espinas de una rosa. Hermosa, y al mismo tiempo dañina. Digan lo que digan, volví para destruir poco a poco, a todos los que me hicieron daño a mí. Y, a los míos.