Todos sabían que Tom Riddle, o como muchos los conocen, Lord Voldemort despreciaba a los Muggle y a los magos hijos de Muggle, llamados también por algunos como sangre sucia, pero eso no impidió que se interesara en su ciencia. En específico una pequeña investigación que estos aún no habían podido desarrollar, pero que le caía como anillo al dedo a Tom, la clonación. Si podía hacer un clon suyo la guerra estaba ganada no por ahora, sino en un futuro, si el fallaba su otro yo cumpliría su deseo, por lo que ni siquiera había que dudarlo. Por lo que con magia completó lo que le faltaba a esta investigación, comenzando con ayuda de dos de sus mortífagos la clonación de sus células, para dar vida a otro él. Aunque sabía que su pequeño yo tendría que crecer antes de poder comenzar a utilizarlo, por lo que alteró su experimento para que naciera una chica y no un chico, así sería más difícil para sus enemigos encontrarla en el peor de los caso... Era verano del 1981, cuando comenzó esto, dejándola como todo un experimento, crecer en un tubo gigante de ensayo alimentado con magia, para que creciera más rápido y sin problemas. Aquella sería su igual, y también uno de sus horrocruxes, ya que no solo la usaría como peón, sino como un haz bajo la manga si le sucedía algo, cosa que dudaba... Había dejado a cargo de su experimento secreto a Bellatrix y Severus el día que fue a matar a Harry Potter, y a sus padres, sin saber que ese sería el último día que la vería... dándole a sus enemigos un arma en su contra. Una de las cosas que ignoraba Voldemort era que Severus era leal a Dumbledore, a cambio de este proteger a Lily Potter, por lo que cuando Bellatrix fue encerrada en Azkaban, le reveló a este el plan secreto de Voldemort, su pequeña clon...
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