Sentada frente a sus dos amigos decidió olvidar todo y concentrarse en escuchar a sus amigos le parecía divertido y reía con mucha frecuencia.—Creo que pronto terminarán casados —los miró a ambos mientras movía sus dedos alrededor del vaso con una pequeña sonrisa.
Sarah se sintió herida pero por nada lo demostraría. — No es gracioso, si mi padre te escucha se lo tomará enserio —regañó en tono molesta pero era una pequeña burla.
—Pero no escuchará ni está —Celia arqueó una ceja riendo.
—¿Cuándo hablarás con la secretaria para que te resuelvan lo del cambio?— preguntó Mike interrumpiendo las.
—Hoy mismo, cuando acabe nuestro pequeño almuerzo —explicó Celia en un tono feliz.
—Me alegra verte así.
—El inocente goza de la paz —Celia le brindó una sonrisa nostálgica.
Ella sabía perfectamente que su gran ánimo acabaría en cuanto viese a Santiago quien ha cambiado completamente su vida y lo seguirá haciendo.
Se despidieron y Celia tomó marcha hacia la oficina de la secretaria, si en verdad ella quería superarlo y empezar de nuevo debía sacarlo de su vida por completo pero por una parte sentía la sed de saber el porqué.
Tocó la puerta de color caoba una sola vez, miró sus dedos e hizo un gesto de dolor, nadie respondió ni abrió y como amiga de la secretaria decidió entrar bueno eso creía ella.
Miró a las dos personas frente a ella y sintió un Plomazo en él pecho y una bofetada en la mejilla.
Santiago sorprendido se alejó de la secretaria de manera rápida que sus labios se rozaron sino hubiera sido un casto beso tendría que empujarla para poder alejarse.
—Lo siento, no pensé que estabas ocupada —Celia pestañeo y decepcionada se marchó en dirección al baño.
Con el corazón en mil pedazos se preguntó un millón de veces—¿qué hizo mal? Una de las cosas que Celia más odiaba era la traición y tenía muy claros sus sentimientos y todo, no era la chica que se enamoraba de su mejor amigo o un compañero, ella siempre diferenciaba sus sentimientos, ella sabía lo que sentía por cada quien.
Justo en ese momento su pasividad la ayudó muchísimo ya que al estar destrozada no tuvo impulso de romper cosas, golpear la pared solamente llorar y observarse en el espejo preguntándose ¿porqué?
—Dios, yo sólo quería cambiarlo, pero aprendí la lección y es que el único amor real infinito es él tuyo.
El ruido de la puerta la hizo girar, su coleta cayó sobre su pecho de manera cámara lenta, sus ojos marrones se clavaron en los ojos negros del hombre alto parado a tres metros de ella.
—¿Por ella me dejaste?— preguntó Celia, era lo único que quería saber. —, no podías ser sincero conmigo, ¿qué costaba?, me lo hubieras dicho y te juro que hubiera entendido que te cansaste de mí y encontraste alguien más.
—Celia...
—¿Cuánto te costaba decirme la verdad?, bueno era lo único que quería saber, él porqué —Celia rascó su nariz, secó sus lágrimas y dejó su coleta sobre su espalda.
Santiago solamente observó con detenimiento cada movimiento y gesto de ella. Apunto de irse la detuvo de la muñeca con delicadeza. — No es...
—Lo que parece —completó Celia sonriendo sarcásticamente —, lo sé. Es lo que dicen todos pero no tienes que darme explicaciones.
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Un pecado que pagar ✔
Espiritual-Estoy embarazada - le confesé y fue como tomar un control y pausar la tele pero a él le pause él tiempo. Sé que cortó conmigo pero sólo no quería ocultárselo. Se acerca rápidamente a mí y levanta mi blusa, me estremezco por él frío y sobre todo po...