Capítulo 41

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En cuanto Nayeon se enteró de que Felix no vivía más en Australia, supo debía recurrir a Jihyo, quien en ese entonces era psiquiatra del rubio y quien le daba su tratamiento.

– Jihyo, debemos hablar – la mayor entró al consultorio de la pelinegra. Para su suerte no había nadie – Felix se fue del país, no se ha donde huyó, lo he buscado por todas las redes sociales y en ningún lado me responde.

– ¿¡Cómo que se fue!? – preguntó preocupada Park.

– Necesito localizarlo, debo conseguir su número ¿Tu lo tienes? – preguntó la castaña mientras suplicaba juntando ambas manos.

– Nayeon, no te lo puedo dar, sabes que es algo confidencial. Ya hemos cometido demasiados errores profesionales con respecto al caso de Felix. Es anti-ético que un médico dé los datos confidenciales de un paciente. Descubren que hice eso y adiós a mi licencia.

– Jihyo...

– No doctora Im – la menor interrumpió – cometimos un gran error, lo aceptamos como paciente cuando tú y yo teníamos un vínculo emocional con él, no tuvimos que tratarlo nosotras y lo sabes, fuimos poco profesionales por creer lo mejor para él era que nosotros lo atendiéramos.

– Está bien, veámoslo del lado "profesional" – la castaña se sentó frente a la pelinegra – doctora Park, usted sabe lo importante que es el hecho de que el paciente Lee, siga adecuadamente un tratamiento, ya que en casos como el de él una recaída es muy común, y más con el estrés de haberse ido a otro país.

– Nayeon... – Jihyo se puso a pensar demasiado y no decía nada. Masajeaba levemente sus sienes, intentando disipar el dolor de cabeza que parecería darle – está bien, es incorrecto, pero toma su número – la doctora Park buscó en un tarjetero, donde tomó una de las tarjetas y se la entregó a su contraria – podría perder la licencia, pero no quiero le pase nada malo a Lix.

– Solo me queda averiguar a donde fue – la mayor guardó la tarjeta en su bolso – creo iré con sus padres.

– Suerte con ello, la necesitaras. Ponme al tanto de todo lo que pase por favor.

Tan pronto la castaña salió del consultorio de la doctora Park, tomó el transporte para dirigirse a la que era casa del pecoso. Los recuerdos llegaron a Nayeon en cuanto pisó la entrada de la gran casa. Tocó el timbre y salió la mamá de Felix.

– Hola señora Lee – saludó cordialmente la castaña.

– Nayeon, querida ¿Cómo has estado?

– Muy bien señora, quiero preguntarle algo de su hijo Felix.

– Querida, sabes no tengo ningún hijo Felix.

Nayeon no recordaba que para la familia Lee, Felix no era su hijo. Al enterarse de la sexualidad de su hijo, los señores Lee lo tomaron de la peor manera, negaron que el pecoso era su hijo e inventaron una historia en la cual Felix solo era un chico al cual habían acogido desde bebé, pero por "cariño" lo adoptaron como su hijo. 

Los señores negaban rotundamente llamar a Felix hijo, para ellos solo era "el joven Felix".

– Disculpe señora. Quería preguntarle algo del joven Felix.

– Oh querida, él se fue a Corea, creo a Seúl, pero no sé dónde – la señora empezó a cerrar la puerta sin dar mayores explicaciones. Prefería evitar cualquier tema que tratara del pecoso – espero haberte ayudado, adiós.

A pesar de que las dudas no quedaron aclaradas para la castaña, al menos supo un dato relevante.

Nayeon se fue molesta del lugar, no entendía porque los señores Lee eran así con Felix y menos entendía por qué nunca quisieron tratamiento para dejar de decir que Felix no era su hijo, aceptando su sexualidad.

La castaña sabía que en Australia Felix solo la tenía a ella y a Jihyo, así que tomó la gran decisión de ir a Seúl y buscarlo por su cuenta.

Nayeon llegó a su apartamento e hizo rápidamente sus maletas, así como todos los arreglos. En menos de dos días ya estaba en Corea.

Al pisar tierras coreanas, la castaña llamó a un viejo contacto quien podría ayudarle a averiguar el paradero de Felix.

– Hola JeongYeon, soy Nayeon, necesito ayuda.

– Nayeon, un gusto escucharte. Dime ¿Qué pasa?

– Tengo un paciente que huyó de Australia a Corea, él debe seguir su tratamiento y es muy importante saber dónde está. Nadie sabe en qué escuela podría estar, solo sé que está en Seúl, recordé que eres la directora general en administración educativa de allá, quería saber si hay manera de encontrarlo.

– Bien Nayeon, averigüe y solo puedo darte los nombres de cuatro posibles escuelas en las que han aceptado estudiantes procedentes de Australia en los últimos tres años. No puedo buscar el nombre de él chico tal cual, porque no se me permite dar esa información, es todo lo que puedo hacer. Ya te mandé por mensaje el nombre de las escuelas.

– Con eso es suficiente JeongYeon, gracias – la mayor pareció recordar algo – después de encontrarlo y si no tienes nada que hacer ¿crees podríamos vernos?

– Sabes que sí – la pelinegra al otro lado de la línea soltó una leve risa– mantenme informada si encuentras al chico, nos vemos.

Teniendo la lista de las escuelas, la castaña empezó la búsqueda escuela por escuela de la lista, no teniendo suerte en las tres primeras, supo que si o si debía encontrarlo en la cuarta escuela de la lista.

Nayeon llevaba dos días de búsqueda en la escuela del rubio, no teniendo éxito en ninguno de esos dos días. El tercer día la castaña vio a lo lejos ese inolvidable rostro que anhelaba ver desde hacía días, la alegría llegó a ella al poder encontrarse a quien ella sentía era como su hermano menor.

Las cosas no salieron como la castaña esperaba, y al no saber qué hacer marcó a Jihyo.

– Nayeon – respondió el teléfono la pelinegra – ¿lo encontraste? ¿está bien?

– Tarde mucho en encontrarlo, pero lo hice. Se ve aparentemente bien, aunque sabemos que eso puede cambiar en segundos.

 ¿Acepto el tratamiento de vuelta? – preguntó esperanzada la menor.

– No – respondió decepcionada la mayor – no encontré manera de convencerlo y me da miedo que si insisto demasiado podamos perder la confianza.

– Debemos encontrar una manera de llegar a él.

– Espera, estaba con un chico, este chico le dijo "Bookie", lo más probable es que lo tomó de su nombre coreano, y nosotras sabemos que odia su nombre coreano. Por ello deduzco que debe ser muy – la castaña marcó notablemente la última palabra – cercano a él para que deje le diga así.

– Sean cercanos o no, es la única persona que conoces le hable. Necesitas hablar con ese chico y espero nos pueda ayudar a vigilar y convencer a Felix.

– Entonces él será la clave para llegar a Felix.

– Suerte con ello amiga, cualquier cosa dime. Mantenme al tanto de todo lo que pase con Felix, si puedes verlo y te escucha, dile que lo quiero mucho.

– Yo también quiero decirle lo mucho que lo quiero.

Ambas chicas colgaron el teléfono. Nayeon no sabía qué hacer, su único plan no salió como deseaba. Ahora debería crear plan B, plan C y hasta plan Z. Todo con tal de ayudar a su mejor amigo.



Hola a todos, primero que nada quiero desearles una feliz navidad. uwu

Espero estén bien y les gustara el capitulo de hoy.

No tengo mucho que agregar al mensaje en esta ocasión.

No leemos luego. uwu

Loneliness || Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora