Loneliness || Lee Felix

Capítulo 19

Hyunjin dejó a Felix en su departamento. Iba rumbo a su casa, cuando a lo lejos vio correr a alguien parecido a Changbin, se escondió detrás de un árbol y vio que efectivamente era el azabache.

Con cautela siguió al más bajito, hasta que se dio cuenta iba donde Felix, no alcanzaba a escuchar que decían, pero pudo ver que se abrazaban, y cuando Changbin se fue, Felix solo lo veía caminar a lo lejos.

Cualquiera podría notar la sonrisa enamorada que el rubio ponía cada vez que estaba frente a Changbin, Hyunjin lo notó.

– ¿Acaso es Felix de quien BamBam decía está enamorado de Changbin? – se preguntó a si mismo.

El pelinegro tenía que encontrar la manera de averiguarlo y si era necesario, encontrar la manera de alejarlos.

Felix no le caía mal, pero si a BamBam que era su amigo, no dejaba se metiera en sus planes, menos a un chico que estaba enamorado de su objetivo.

Hyunjin citó a Changbin para que fuera a casa del más alto. Necesitaban acabar el proyecto ese día, puesto que la entrega seria pronto, así que debían acabar en cuanto antes.

Changbin llego a casa del menor a la hora acordada, entraron y se pusieron a trabajar. Entre escribir el reporte y buscar algunas cosas en internet, Hyunjin pensaba en alguna manera de hacerlo hablar de Felix y averiguar si se gustaban o algo.

– Jinnie – el nombrado volteó al ser llamado – Felix me conto que lo ayudaste de que Yeonjun le diera una golpiza – el pelinegro solo asintió en respuesta – eres muy valiente, te enfrentaste al bully de la escuela. – y no fue necesario para Hyunjin hacer mucho, Changbin solo habló.

– Binnie, me halagas. No dejaría que nadie se metiera con un chico que solo tiro por accidente su comida.

– En serio eres muy valiente, todos sabemos Yeonjun es muy violento e irascible, sin embargo, eso no te detuvo para defender a Felix.

– No sabía Felix y tu eran amigos. – por fin tuvo la manera de averiguar lo que necesitaba.

– Sí, desde el primer día que llego le hablé, no es como que le hable mucho en clases, pero una vez, me salvo de tener una falta en club de música, y así no afectar el que pudiera tocar en el concierto que es dentro de una semana. Espero puedas asistir.

– Ahí estaré Changbin, pero cuéntame ¿Cómo es que te salvo de una falta? – Hyunjin fingió interés.

– Bien, siempre al inicio de la clase nos dan una estampa que debemos poner en una lista con nuestros nombres para poder tener asistencia, un día que no pude ir, él puso su estampa en mi nombre y así quedé sin falta.

– Wow, es un gran amigo.

– Sí, lo malo es que si él tiene una falta más lo sacaran para siempre del club.

Fue ahí donde el plan de Hwang se ideo.

– Bueno Changbin, esperemos eso no pase.

Ambos chicos siguieron trabajando en el proyecto, y ya casi lo acababan, eran aproximadamente las 10 de la noche. Hyunjin calculaba que como en tres horas más acabarían todo.

– Hyunjin, creo ya es tarde, seguimos otro día. – dijo el mayor mientras bostezaba.

– Binnie, estamos a punto de acabar, vamos, así podríamos salir otro día a otro lado y ya no para hacer este tonto proyecto.

– Es que mañana tengo club temprano.

– Mira, quédate aquí, ponemos alarmas para que te despiertes temprano.

– Debería preguntarle a mamá.

Changbin llamo a su mamá y después de un rato llegó a donde el más alto estaba.

– Mi mamá me dejo quedarme aquí, pero la condición es que debo llegar temprano al club.

– Veras que si Binnie, sigamos con esto.

Ellos siguieron trabajando en el proyecto, hasta que dieron las 2:00 a.m. cuando finalmente pudieron acabar, quedando muertos tendidos en el piso.

– Muero de sueño. – dijo Changbin.

El menor se levantó, tomó una cobija y una almohada.

– Bien Changbin, deja llevarte a la cama para que puedas dormir.

– Hyunjin, claro que no, soy el invitado y yo dormiré aquí.

– No vamos a discutir esto Binnie, ve a dormir. – el pelinegro menor se acercó y tomo de la mano a su contrario para llevarlo al cuarto.

– Hyunjin ¿tú sabes que no puedo decirte no?

– Por mi perfecto, vamos, duerme.

Cuando finalmente Seo se quedó en la habitación, Hyunjin regresó a la sala y se acostó en el sillón, estaba tan cansado que ni siquiera apagó las luces o se cambió de ropa. sus parpados se cerraron mas rápido de lo que pensó.

Hwang estaba cómodamente soñando cuando lo despertó un grito.

– ¡Son las 11 de la mañana!

Apareció en la sala Changbin, tratando de ponerse bien la camisa y los tenis.

– Hyunjin, olvidamos poner alarmas, son las 11 y mi club empezaba a las 8 de la mañana.

– Tranquilo Binnie, vamos corriendo y les contamos lo que paso o nos inventamos algo en el camino.

Los pelinegros se fueron corriendo rumbo a la escuela. El plan del menor era quitar la alarma que Changbin pusiera, pero tal parece que los dos estaban tan cansados que olvidaron el pequeño detalle de que tenían que despertarse temprano.

Cuando llegaron a las bancas donde se llevaba a cabo el club no había nadie.

– ¿Cómo pude ser tan idiota como para olvidar la alarma? – Changbin se hincó en el suelo, solo veía al piso con coraje.

– Tranquilo Binnie, encontraremos la manera de explicar lo que paso.

– Tengo miedo de no poder participar en el concierto, es algo que deseo demasiado y por olvidar una alarma puedo perderlo.

– Tranquilo, ven, volvamos a casa, no has desayunado nada. – Hyunjin estiró su mano que Changbin aceptó. Ambos chicos volvieron a casa en silencio.

- ¿Se podía ser más descuidado? ¿Cómo pude haber olvidado poner una alarma? – era lo que se preguntaba Seo quien se sentía fatal, no sabía que haría. Su sueño era ese concierto y por culpa de su descuido no se cumpliría.

Volviendo a casa de Hyunjin, el menor hizo unos waffles para poder desayunar. Solo pensar todo lo que había arruinado, al azabache mayor se le quitaba el hambre.

Cuando acabó de medio desayunar, tomó sus cosas y regresó a casa.

Changbin pasó todo el día solo lamentándose de que había arruinado todo, no sabía que le diría a su mamá, al jefe de club, Hyunjin ya no podría ir a verlo. No podía creer todo lo que había ocasionado.

Antes de darse cuenta la noche llegó y la culpa pareció ceder en Seo, quien se quedó dormido después de mortificarse tanto con el descuido.