Capítulo 46

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Las vacaciones invernales llegaron más pronto de lo que Felix anticipó. El rubio estaba feliz de poder descansar de la presión de la escuela. Lo único que no le agradaba tanto al menor era no tener ni un solo plan con sus amigos, todos salieron de la ciudad para estar con sus respectivas familias puesto que las fechas navideñas estaban próximas.

Un nuevo dilema se presentó en la vida de Lee: no sabía que haría ese día, no había nadie con quien celebrar.

Estaba Felix en su apartamento, debatiendo entre ver una película o empezar el nuevo dorama que le había recomendado Jisung, cuando su teléfono empezó a timbrar mostrando al que el dueño de la llamada era Changbin.

– Hola Felix ¿tienes planes hoy? – preguntó el mayor apenas el pecoso respondió el teléfono.

– No Changbin ¿tú tienes algún plan?

– Bueno, quería ver si me acompañabas al centro de la ciudad para comprar unos regalos navideños que me faltan.

– Bien, voy a tu casa – anunció el rubio.

Sin perder mucho tiempo, Felix apagó su computadora y fue a su habitación para ponerse ropa más abrigadora. Una vez tapado de pies a cabeza, fue corriendo a casa de Changbin, quien ya estaba afuera.

Ambos chicos se saludaron y empezaron su recorrido por las nevadas calles de la ciudad. Su camino no duro mucho más de 8 minutos. Llegar al centro de la ciudad les regalo una hermosa vista de las calles poco pobladas, las luces decorando el lugar, además de que el blanco de la nieve le daba un toque especial.

– Dime Felix ¿tienes planes para navidad? – curioseó el azabache.

– La verdad no, estaré en mi apartamento, quizá pueda cocinar un pastel y comerlo todo.

– Olvidaba no tienes familia aquí, perdón si de alguna manera te hice sentir mal.

– Para nada Changbin – el pecoso odiaba hablar de su familia con quien fuera, prefirió cambiar de tema – mira, ese lugar es muy bonito ¿nos tomamos una foto?

Seo asintió y ambos fueron hacia donde se había construido una linda y pequeña aldea navideña ideal para las fotos de esa época. Ambos chicos sonrieron hacia la cámara del celular del menor, regalándoles una bella foto de los dos chicos que salían excelente.

– Salimos muy bien – el rubio sonrió admirando la foto – ahora solo debo imprimirla.

– ¿Por qué quieres imprimirla? – preguntó el mayor.

– Desde que llegué acá compré unos portarretratos los cuales no he llenado, hoy empezaré con esta hermosa foto.

Al escuchar las palabras "hermosa foto" fue inevitable para Changbin sentir un ligero sonrojo en sus mejillas que atribuyó al frio pegando en su rostro.

Pronto llegaron al lugar del centro donde se podían imprimir fotos, en lo cual no tardaron mucho. Apenas el pecoso salió del lugar, Changbin tomó la primera foto que estaba en el paquete.

– Se ve mejor impresa – dijo el pelinegro mientras sonreía al ver como la pequeña nariz del menor se veía ligeramente sonrojada por el frio, además de que la pálida piel del rubio hacia destacar más sus lindas pecas.

Después de admirar la foto, el azabache quiso devolverla a su dueño, quien solo negó – Quédate con esa Changbin, imprimí una para ti y una para mí.

– Muchas gracias Lix – el mayor abrazó a su contrario – eres un amor.

Después de un rato los chicos acabaron de comprar los regalos que Changbin buscaba, Felix compró algunas cosas para él y otras tantas cosas que necesitaba para su casa. En el camino de regreso iban conversando de muchas tonterías, hasta que el azabache vio las manos del rubio.

Loneliness || Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora