Capítulo 14

32 7 6
                                    

Era tarde, mientras Seungmin hacía tarea le llegó un mensaje, desbloqueó el teléfono y vio se trataba de Felix.

Lixie❤:

Hola Seungmin, hoy no te vi en la escuela ¿todo está bien? Espero que estés bien, cuídate. Te quiero.

Enviado: 19:01 p.m.

El mensaje sacó una sonrisa en la cara del coreano. El australiano era demasiado lindo, tan lindo que le gustaba, tan lindo que no pudo evitar hacerlo a un lado porque le ponía nervioso.

– Kim Seungmin, grandísimo tonto. – se reclamó a sí mismo.

Siguió con la gran tarea de historia que tenía, después de horas decidió mejor ir a dormir, solo pensaba en ese momento y lo lindo que era tener al australiano tan cerca. Después la culpa volvió, duró un rato en olvidar los recuerdos y quedar dormido.

Se levantó temprano gracias al sonido de la alarma y pasó por el edificio donde vivía el rubio, esperando verlo, pero no fue así.

Y es que Felix se iba demasiado temprano a la escuela, todos sospechaban que no le gustaba mucho estar en su departamento.

Las clases parecían eternas para el pelirrojo, hasta que un timbre lo sacó de su tortura, era la hora del descanso y rápidamente se dirigió afuera del salón de Felix a esperarlo.

– Hola Lix ¿podemos hablar? – preguntó apenas lo vio salir con Wonpil.

El rubio volteo a ver al castaño quien le asintió alentándole a ir, después fue hacia donde iba pasando Dowoon – Claro Min.

El menor se llevó al pecoso, lo tomó de la mano para guiarlo. Al hacer eso, ambos pudieron sentir como una corriente eléctrica atravesaba sus cuerpos, ninguno dijo nada.

Llegaron al gran roble que era como un pequeño refugio para el menor, quien apenas llegó soltó la mano del rubio, aunque al hacerlo ambos sintieron un extraño vacío.

– Felix – el coreano tomó aire para seguir hablando y no empezar a trabarse – quería pedir una gran disculpa, por lo del día de las galletas, no quería sonar grosero ni que pensaras quería te alejaras.

– Entiendo que también soy algo empalagoso. – dijo algo triste el pecoso, quien bajó la mirada, sintiéndose como cuando de pequeño le decían no hiciera eso.

El recuerdo de su maestra de primaria diciendo "No puedes estar tan cerca de tu compañero, es hombre y tú también, eso no está bien" aún estaba en su memoria.

– No, no Felix – el pelirrojo rápido y con sumo cuidado, subió con su dedo indicie el rostro del mayor – y si así lo fueras, créeme no me importa, me hace feliz tengas la confianza para ser como eres. Así que, una vez más perdón, eres libre de ser como en realidad eres – el menor tomó aire para poder seguir hablando – en este corto tiempo, he podido darme cuenta de que eres una gran persona y que en realidad me... – se quedó callado, dándose cuenta de que estaba hablando de más.

– ¿Te qué? – preguntó el pecoso, demasiado curioso.

– Me has hecho sentir que en ti tengo un gran amigo. – no era mentira, pero eso no era lo que Seungmin quería decir.

– En serio no sabía que te sentías así Minnie, gracias por dejarme ser como soy. Y una cosa más – el sonrojo se apoderó del rostro de Felix – ¿crees podría darte un abrazo? – preguntó mientras alzaba un poco sus brazos.

Felix es demasiado adorable ¿Quién podría negarse a un abrazo suyo? Aceptémoslo, nadie.

El pelirrojo no dijo nada y solo lo abrazó. Era un abrazo cálido, la pequeña diferencia de altura entre ambos hacia que el abrazo fuera perfecto.

– Creo debemos entrar. – dijo Seungmin. Felix solo asintió y volvieron al edificio. Las cosas otra vez estaban como si nada hubiera pasado, así que ambos chicos iban muy animados caminando por los pasillos, hasta que llegaron al salón del mayor, donde Wonpil estaba en la puerta.

– Hola chicos ¿Está todo bien? – el castaño no sabía mentir y era un chismoso que quería saber si ya se había arreglado todo.

– Si Won, todo bien amigo mío ¿No se les antoja algo de tomar? Wonpil acompáñame por limonada ¿Felix quieres limonada? – preguntó nervioso el menor.

– Claro. – dijo algo intrigado el australiano ante la rara actitud de su amigo.

El menor se llevó a rastras a su contario a la cafetería, deteniéndose en un pasillo vacío para hablar.

– Sé que no se mentir, pero tú no sabes disimular. – Wonpil siempre leía la mente de su amigo.

– Amigo – el pelirrojo se sonrojo nuevamente al recordar todo – casi se me escapa decirle que me gusta.

– Deberías haberle dicho, es mejor ser sincero desde el inicio.

– ¿Tú le has dicho a Dowoon? No ¿verdad? – preguntó el menor mientras se cruzaba de brazos.

– Está bien amigo, tienes razón ¿crees debería hablar con Dowoon y decirle lo que siento? – preguntó el castaño mientras jugaba con las mangas de su chaqueta.

– No soy nadie para decirte que debes hacerlo si yo no lo hago, pero en mi caso si fuera valiente, le diría. – explicó el menor.

– Creo que le diré, bueno, debo conocerlo un poco más para estar seguro ¿no? – el mayor jugaba nervioso con sus manos.

– Sabes amigo tienes razón – el menor puso su mano en el hombro ajeno para darle apoyo – y creo que copiaré tu idea, ya me cansé de ser tan cobarde, le diré lo que siento en el momento correcto.

– Seungmin, viniendo de ti me haces sentir tan orgulloso – Wonpil abrazó al menor – eres una gran persona y mereces ser feliz, te quiero.

– Yo a ti amigo. – el pelirrojo abrazó con más fuerza a su contrario

– Bueno – el mayor se apartó – vamos por la limonada de tu hombre.

Así ambos chicos prefirieron olvidar el tema y seguir con sus planes cuando fuera el momento adecuado.


Hola, volví de la nada, pero en fin. Espero les gustara el capitulo de hoy. :)

Loneliness || Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora