Loneliness || Lee Felix

Capítulo 13

Las galletas sabían muy bien, y como habían sobrado demasiadas, al australiano se le ocurrió una idea. Tomó su abrigo y fue al centro de la ciudad, compró un jarrón de vidrio bonito y un listón.

Para él era algo extraño y lindo que Changbin le haya dicho que su mamá me invito a comer a su casa, la idea de ¿acaso le hablaba de mí? Le hacía feliz.

Sus pensamientos vagaban de la felicidad por la invitación de su mayor y la preocupación por los sucesos ocurridos con su menor.

El australiano llegó a su apartamento y puso galletas en el frasco, lo decoró haciendo un moño con el listón rojo que compro, esperaba fuera un buen regalo para la mamá de Changbin.

Se fue a dormir esperando que todo saliera bien al día siguiente. El cansancio fue más, así que sus pensamientos decidieron no torturarlo más con lo que había pasado hacia horas. Esa noche el menor no soñó nada, que es algo que agradecía demasiado, así sentía descansaba más.

Las noches que más amaba Felix desde hacía años, eran aquellas donde no soñaba nada. Temía volver a tener las pesadillas que lo atormentaron por tanto tiempo.

En otro lado de Seúl, al contrario de él, Seungmin pasó toda la noche reclamándose. Le marcó a Wonpil pidiéndole hablar con él al día siguiente, argumentando que necesitaba su ayuda.

Una vez que colgó se recostó, terminó durmiendo a las 2:00 a.m. esperando todo estuviera mejor cuando su mejor amigo fuera en su rescate.

La mañana llegó y en la escuela el pelirrojo se escondía de Felix, le daba miedo verlo ya que no sabría qué decir, así que le pidió a Wonpil verse en el descanso en un lugar alejado del patio, lejos de donde pudiera estar el rubio.

El mayor llegó al lugar favorito de Seungmin en toda la escuela, sabía que ahí podría encontrar a su menor. Era un gran roble alejado de toda la estructura de edificios, su sombra era refréscate, fácilmente podrías quedarte dormido ahí – cosa que le paso a Seungmin, demasiadas veces – y lo mejor de todo, la gente no iba para allá. Perfecto para el Kim pelirrojo.

– Ok, estas muy sospechoso, dime que paso. – el castaño se cruzó de brazos esperando las palabras de su amigo apenas llegó al lugar.

– Ayer estaba con Felix cocinando, él se acercó a limpiar mi cara, estaba demasiado cerca – el menor se sonrojo – mi mente quería abrazarlo, me gustaba estar así de cerca – ahora su mirada fue a dar al suelo – pero mi boca me hizo una mala jugada. Lo acabé alejando y haciéndolo sentir mal. Ahora no sé cómo hablar con él.

– ¿No quieres hacerlo sentir mal, pero llevas todo el día escondido de él e ignorándolo? Bravo, Romeo. – se burló el castaño.

– Si ibas a estar con tus bromas mejor ni te hablaba. – el pelirrojo rodó los ojos, estaba dispuesto a irse, hasta que se vio atrapado entre los brazos de su mayor.

– Ya perdona Minnie – el castaño le dio un beso en la frente – debes hablar con él. Dile que no te molesta la cercanía, que solo te pusiste nervioso porque no estás acostumbrado a que él haga esas cosas. Pero es importante lo hables en persona – ahora el Kim mayor soltó a su menor y le dio un leve golpe en el hombro – nada de mensajes, estas cosas se hablan de frente.

A la hora de la salida, Wonpil decidió ir por el menor y ayudarlo a enfrentar su problema. 

Caminaron hasta la puerta de la escuela y vieron al rubio, quien iba con Changbin.

– Creo que tendrás que hablar en otra oportunidad con él. – el mayor le dio una palmada en el hombro, en señal de apoyo.

– Creo que si Wonpil. Al menos podré ensayar mis palabras. – el pelirrojo suspiro un poco molesto. Ambos amigos siguieron su camino.