Felix llevaba días sintiéndose triste sin razón aparente. Siendo la primera vez que le pasaba eso desde su llegada a Corea. Pero el rubio prefería no contarle a nadie, el rubio pensaba que la gente ya tenía demasiados problemas como para él llegar con los suyos, que de cierta manera pensaba que eran tontos, puesto que no entendía el porqué de su estado de ánimo.
Al ser invitado para comer en casa de los Seo, él decidió debería fingir no solo en la escuela, si no con ellos también. No recordaba que las sonrisas forzadas fueran tan difíciles, últimamente para el pecoso era más difícil mantener las sonrisas falsas.
De cierta manera no quería preocupar a los demás o que se fijaran en su repentino cambio de ánimo, y eso era el motivo de aparentar una falsa felicidad que claramente no lo acompañaba en esos momentos
Seo y Lee iban rumbo a la casa del primero. Acababan de salir de una pesada clase de matemática de ultima hora, así que el ambiente era algo serio debido al cansancio de ambos chicos.
– Felix – el mayor decidió cortar el silencio que persistía desde minutos después de salir de las instalaciones de su escuela – ayer dijiste que estabas dormido, pero esa no es voz de alguien que acaba de despertar ¿Está todo bien? – preguntó preocupado el azabache.
– Tu nunca me has escuchado después de despertar Changbin, estaba dormido, en serio – mintió el menor. Aunque intentó sonar lo bastante convincente, Felix era tan transparente en lo que sentía, que Changbin supo mentía.
El pelinegro comprendía que muchas veces las personas no quieren mostrar lo que sienten, así que volvió a tomar silencio el resto del camino – que igual era poco – y respetar si el australiano no quería hablar de ello.
Pronto llegaron al hogar Seo. El rubio saludó a la mayor y como era costumbre, los tres se sentaron en la mesa a comer un delicioso platillo hecho por la señora.
Acabando de comer, todos estaban en sobre mesa. La mamá de Changbin le preguntaba mucho al menor sobre cómo estaba y como se sentía. Felix pensó la señora Seo sentía algo de lastima por él al no tener familia en Corea.
– Oh, había olvidado – el azabache se puso de pie súbitamente deteniendo la conversación que la señora y el rubio sostenían – Felix te tengo una sorpresa, deja voy a mi habitación por ella – Changbin se fue al lugar previamente anunciado, dejando a su mamá y amigo solos.
– Y dime Felix – la mayor se cruzó de brazos y rompió el silencio que quedó al momento de que el pelinegro se fuera – ¿Changbin ya sabe que te gusta?
– Disculpe señora, no sé a qué se refiere – los nervios del australiano se sentían a kilómetros.
– Mi niño, desde el momento que te conocí supe sentías algo por mi hijo – la mayor se acercó a su contrario y con suaves movimientos masajeaba la espalda del pecoso, dando a entender que no había nada de malo en que le gustara Changbin.
– ¿Tan obvio soy señora? – resignado, Lee se llevó las manos hacia la cara en signo de vergüenza.
– Sí, pero Changbin es muy ciego. Absolutamente nadie ha hecho por un amigo lo que tú haces por él, además puedo apreciar que el brillo de tus ojos es más notable cuando lo ves – la mayor se quedó callada, como pensando algo – ojalá él se diera cuenta, eres muy buen chico.
Antes de seguir la plática, fueron interrumpidos.
– ¡Lix! ¡Lix! cierra los ojos – ordenó el mayor mientras escondía algo tras de él cuando aún se encontraba bajando las escaleras.
Felix tapó sus ojos con sus manitas, con algo de impaciencia al esperar la sorpresa.
– Bien, ahora ábrelos – ordenó de nueva cuenta el azabache, una vez que puso la caja frente al rubio, quien quedó sorprendido al ver una caja tan grande frente a él.
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Loneliness || Lee Felix
Fiksi PenggemarA su llegada a Corea, esperando lo mejor y olvidar el pasado, Lee Felix se enamora perdidamente de Changbin pero ¿Qué pasará cuando su pasado lo encuentre? - Angst, temas sensibles. - Empezada en 03/06/2020, acabada en 23/05/2021 - Contenido homosex...