Capítulo 40

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Las semanas pasaron y las cosas entre Seungmin y Felix se tranquilizaron, todo a excepción de que el ultimo mencionado aún intentaba analizar correctamente sus sentimientos hacia Kim y Seo.

El día anterior, Felix y Seungmin habían acordado salir a comer algo después de la escuela, así que tan pronto llegó la hora de salida, el mayor esperó al pelirrojo en la entrada de la escuela.

Pronto llegó el menor y ambos chicos empezaron su camino hacia el estacionamiento. Su charla iba de las clases y proyectos que tenían. Todo en aparente calma, hasta que un grito femenino se escuchó a la distancia.

– ¡Felix!

Ambos chicos voltearon. Seungmin estaba desconcertado al ver que el grito provenía de una chica que se veía un poco mayor que ellos, cabello castaño largo y linda sonrisa. 

En cambio, Felix se quedó petrificado al ver a la persona que menos pensó encontrar otra vez en su vida.

– Seungmin – el rubio llamó la atención de su contrario – adelántate, deja rápido hablo con ella y en unos minutos te alcanzo.

– Está bien Bokkie – Seungmin se fue hacia donde estaba su automóvil, pero mientras seguía su camino, de vez en cuando volteaba hacia donde estaba su enamorado con la chica desconocida.

– ¿Cómo sabes dónde estudio? – preguntó molesto el menor.

– Eso de verdad no importa ahora Lix.

– Claro que importa, podría acusarte con la policía si quisiera.

– Felix, vine acá para que me escuches por favor.

– Doctora Nayeon, usted y yo no tenemos nada que hablar – el australiano pegó media vuelta intentando alejarse de la mayor.

– Escúchame Felix – la chica tomó de la muñeca a su contrario y lo hizo dar vuelta para que no la ignorara – te estoy hablando como Nayeon, no la doctora Nayeon.

Los ojos de la castaña se empezaron a llenar de lágrimas, pero prosiguió con su discurso.

– Te habla la Nayeon que fue tu mejor amiga casi como tu hermana mayor por años, quien fue tu saco de lágrimas, quien limpiaba tus golpes y te defendía de los abusadores, quien fue la primera en buscarte la mejor ayuda. Estoy preocupada por ti, no quiero te pasé nada malo, por eso estuve dispuesta a venir acá, dispuesta a dejar mi casa a miles de kilómetros, de buscar escuela por escuela hasta encontrarte. No es reclamo Lix, solo pido me escuches por unos minutos.

– Nayeon, agradezco tu preocupación – los ojos del pecoso empezaron a lagrimear un poco al recordar todos sus momentos vividos con la castaña – pero aquí estoy bien y sin necesidad de tratamiento alguno. Aquí estoy rodeado de gente que me ama, sabes que nada me cansaba más que tomar esos tratamientos, me hacían sentir mal físicamente. Toda la vida te agradeceré porque siempre estuviste para mí – el menor tomó las manos contrarias y las entrelazó con las suyas mientras besaba la mejilla de la mayor – pero estaré bien aquí, quiero dejar todo atrás. No te preocupes más por mi ¿de acuerdo? Estoy bien.

– Así no funciona esto Felix, tarde o temprano, si no sigues tu tratamiento podrías tener una recaída – explicó preocupada la mayor.

– Pues ese día te buscaré a ti o a la doctora Jihyo. Debo irme, me espera Seungmin – el pecoso soltó las manos de su amiga quien, para suerte del menor, no lo siguió.

Felix volvió a emprender camino hacia el estacionamiento, mientras borraba cualquier rastro de lágrimas con la chaqueta de su uniforme.

Llegó donde el automóvil de Seungmin, abrió la puerta y se metió sin decir nada.

– ¿Está todo bien Bokkie? – preguntó preocupado el menor.

– Si Min-Min, es una prima con la que no tengo muy buena relación, pero estudia cerca y quiso pasar a saludarme – una vez más el pecoso mentía con la esperanza de que nadie en Corea se enterara de su cruel pasado.

– Está bien Felix, vámonos.

En el camino ambos chicos iban cantando con el radio a todo volumen. Por fuera parecía que el pecoso lo disfrutaba, pero por adentro la ansiedad lo estaba consumiendo

Llegaron al lugar donde comerían, hicieron su pedido, se sentaron a comer y siguieron con su plática.

– No sabía tenías familia aquí Felix, pensé todos tus familiares vivían en Australia.

– No Min, solo mis papás se fueron para allá a vivir – eso no era mentira.

– Por fortuna quisieron estudiaras aquí, así pude conocerte a ti. Algún día espero conocerlos y agradecerles en persona que te trajeran aquí a estudiar – el mayor se sentía mal al ver como el pelirrojo creía todas sus mentiras.

– Sí, no creo vengan nunca así que yo les diré de tu parte.

– Sabes, sería genial ir a vacacionar a Australia, así tu puedes llevarme a los mejores lugares de allá – dijo ilusionado el castaño.

– Suena un buen plan, pero no hay mucho que ver – el australiano quería alejar a todos del lugar de sus tormentos – de hecho, escuche que hay demasiados lugares lindos para vacacionar en Europa y América, deberíamos ir para allá.

– ¿Y si nos perdemos? ¿Cómo sabríamos que hacer? – preguntó obvio el menor.

– Remember I speak English – dijo el rubio con su marcado acento.

– Siempre olvido que hablas inglés, aunque debería acordarme de ello cada vez que dices mal algo en coreano – se burló el más alto.

– Eres malo Seungmin – el mayor le lanzó una papa frita a su contrario –aunque tienes razón, aun batallo con el idioma.

– ¿Te parece si un día de estos que no estemos ocupados, te ayudo con eso? Podríamos pedir prestado un salón y así puedes ver las cosas mejor en el pizarrón.

– Me parece muy buena idea Minnie, gracias – ambos chicos se dispusieron a comer y cambiaron de tema.

Y aunque la conversación en ratos volvía hacia Felix y Australia, el rubio sabia hábilmente como cambiar de tema.

Él haría todo lo necesario para evitar que alguien se enterara de su pasado. O al menos, hasta que la verdad soportara sin salir a la luz.



Hola a todos, espero que estén de lo mejor y les gustara el capítulo de hoy.

No tengo mucho que agregar a la nota del día de hoy. Nos leemos luego.

Loneliness || Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora