DESCONTROL (BORRADOR)

Capitulo Final I

Muchas personas se han acercado a saludarnos y a felicitar a Aleksei, la cena estuvo exquisita, adoro la carne. Estuvo en su punto exacto, también sirvieron crema de pechuga como entrada y la verdad es que me encantó, soy feliz comiendo.

Sophia está platicando con Demian, no sé si soy yo o me ha estado evitando, solo me sonrió y ya. No se acerco a platicar o algo por el estilo.

─ Ciao bellezza. ─hablan a mis espaldas y se trata del señor que durante toda la velada no me quitó la vista de encima.

─ ¿Quién es usted? ─mi tono no es amable.

─Me llamo Enrico, soy el encargado de la organización italiana. ─me da un beso en el dorso de la mano. ─Eres más hermosa de lo que pensé.

─Claro que lo es. ─la voz de Aleksei me hace dar un brinco. ─Ya tiene tiempo que no te veía, Enrico.

─Si, estuve en algunos negocios. Felicidades por tu nombramiento.

─Gracias. ─le da su sonrisa hipócrita. ─No me saludaste a mí, pero si lo haces con mi mujer.

─Solo quería conocerla. ─sonríe. ─Es muy hermosa.

─Claro, siempre he tenido buen gusto. ─me toma de la cintura, percibo su posesividad.

─No pensé que la fueras a dejar en vista de todos. ─se encoge de hombros. ─Una mujer así no puede pasar desapercibida.

Sus comentarios en vez de resultar halagadores, me incomodan.

─Siempre me ha gustado presumir. ─responde Aleksei, pasa su mano por mi rostro. ─Me gusta que la vean y sepan que no tienen oportunidad.

Alzo la ceja ante su arrogancia, pero su vista esta clavada en Enrico.

─Les deseo mucha suerte. ─levanta la copa a modo de brindis y correspondemos su gesto.

Se retira y encaro a Aleksei.

─Es muy raro, toda la noche me ha estado observando.

─Claro que lo noté. ─aprieta la mandíbula. ─Desde acá siento su envidia.

─ ¿Cuándo lo notaste? ─frunzo el ceño. ─Estabas platicando con otras personas.

─Siempre estoy al pendiente de ti. ─se acerca a mi boca y no dudo en darle un beso en los labios.

Coloco mis manos sobre su pecho, jugando con su cadena. Inhalo su perfume y lo miro a los ojos, tiene esa sonrisa traviesa que tanto me gusta, sé que piensa lo mismo que yo, así que me alejo para dirigirme hacia el baño.

Abro la puerta y por suerte solo se encontraba una chica que acaba de salir, me acomodo el cabello, los pasos detrás de mí suenan firmes y nuestros ojos se encuentran a través del espejo.

Me toma del cabello y voltea mi cabeza para juntar nuestros labios.

Abro la boca dándole acceso a su lengua, que no tarda en encontrarse con la mía, me toma de los glúteos, para dejar mi culo sobre el lavabo. Le desabotono la camisa sin soltar sus labios, pasando mis manos por su pecho firme, palpo su abdomen deleitándome con los cuadritos que posee.

Beso su cuello, dando leves mordiscos. A este punto ya estoy húmeda, me abre las piernas con fuerza arrancándome un gemido. Recargo mi cabeza en el espejo, acaricio mis pechos sin dejar de verlo, su mirada lujuriosa me prende. Oigo el ruido de su pantalón al caer y relamo mis labios al ver su erección.

Cualquiera podría encontrarnos, pero no me importa, el hecho de ser descubiertos me pone más caliente. Me toma de la cintura y entra de forma ruda, gimoteo por el ardor, pero logro acoplarme. Encajo mis uñas en su cintura y le doy el control, se estrella contra mí de forma deliciosa.