Capitulo 40

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MARLENE

Ignoro los mensajes de mi novia y me dirijo hacia el departamento que era de Alexandra, Evelin se está quedando ahí por mientras. Lo primero que veo es un pastel sobre la mesa.

─ ¿Qué significa eso?

─ ¿No has visto los videos en YouTube? ─inquiere con los brazos cruzados. ─El color del pastel significa el sexo del niño. ─señala el betún blanco. ─Cuando Alexandra corte el pastel revelará el resultado.

─ ¿Qué color es? A mí si me lo tienes que decir...

─ ¡Será un mini Aleksei! Así que es azul... ─me da un par de billetes. ─Compra ropa para niño, ya sabes mamelucos y esas mamadas.

Frunzo el ceño. ─Pero yo no sé...

Me arrastra hacia la puerta. ─Pides orientación en la tienda.

─ ¿No es demasiado pronto? Ni siquiera le ha salido panza... que yo sepa...

─Eso no me importa, yo lo quiero hacer ya. ─hace un puchero. ─Conozco a Alexandra y va a querer inmediatamente saber el sexo del bebé, y prefiero darle yo la sorpresa. ─me empuja. ─Ahora compra cosas bonitas.

Ruedo los ojos y voy hacia el centro comercial, entro a una tienda para embarazadas, también le puedo comprar cosas a ella, porque cuando le crezca la panza no podrá usar esos vestidos ajustados que tanto le gustan.

Hay unos pijamas muy bonitos, sonrío cuando veo una que le encantará, la blusa es de una radiografía y sale el niño en la panza, a Alexandra le gustan mucho las calaveras, así que estoy segura de que le encantará.

Recorro todo el centro comercial y solo compré un par de mamelucos, le dije a Evelin que era muy pronto para comprarlos, pero es un gesto lindo de su parte para darle a entender que la apoyamos y que no está sola en esta etapa.

Me siento muy bien con ellas dos, me han mostrado ser unas buenas amigas sin importar mi orientación sexual. En el pasado cuando hacía amigas y les confiaba este secreto la mayoría ya no me trataba igual o pensaban que me iba a enamorar de ellas.

Cuando salíamos de fiesta se cambiaban y me miraban con incomodidad como si yo fuera una morbosa, pensaban que las iba a embriagar para aprovecharme de ellas y nunca se me ocurrió algo así, puedo tener amigas y eso no significa que me gustan o me las quiero llevar a la cama.

A veces se me olvida que ya les dije mi secreto porque actúan tan normal conmigo y eso me hace sentir feliz. Las quiero mucho y acepto que las dos son muy hermosas, pero nunca las he mirado con otros ojos que no sean de amistad.

Compro un helado y subo a mi coche, veo el reloj en mi muñeca y no puedo creer que me haya demorado más de una hora, me siento como una señora haciendo este tipo de compras, traigo las bolsas sin dejar de comer mi nieve ignorando el olor de este edificio, no soy materialista, pero no puedo creer como Alexandra consideró vivir aquí.

Estoy a punto de llegar y veo la puerta abierta, seguramente Evelin me vio por la ventana, cuando oigo voces de hombres me pego a la pared.

─ ¡Eres un idiota! ─comenta una voz ronca.

─ Me dieron esta dirección. ─se defiende el otro. ─ ¿Quién es?

─Verónica se va a enojar...

─Da igual, vámonos...

Cuando oigo sus pasos dirigirse a la entrada, subo las escaleras llegando al siguiente piso, todo se queda en silencio bajo despacio asegurándome que no haya nadie, entro al departamento y el pastel está tirado en el piso.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora