Capitulo 62

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Los departamentos de aquí son horribles, exhalo el humo del cigarro y espero pacientemente frente a la puerta, logro localizar al escolta, si...lo he visto un par de veces con Richard.

Abre la puerta de su hogar y cuando está por cerrarla mi pie se lo impide. Voltea con confusión y sin que lo vea venir le clavo la chichara eléctrica provocando que se desplome en el suelo.

─No tardan es despertar. ─habla Simón, el idiota me siguió hasta acá.

Por lo menos sirve para evitar que se despierten. Manejo hacia la bodega y me ayuda a bajarlos, Demian me espera con los brazos cruzados y el ceño fruncido, pero lo ignoro.

Otros chicos me ayudan a amarrarlos en las sillas, les lanzo una cubeta de agua fría para que se despierten.

─ ¿Qué está pasando? ─forcejea uno. ─ ¿Aleksei?

─Me dijo Richard que participaron en el intento de secuestro. ─camino hacia la mesa que está llena de armas.

─Si... ─responde otro con dificultad. ─ ¿Lo estás traicionando? El que nos tengas aquí significa eso.

─ ¿Traición? ─niego con la cabeza. ─Ni siquiera somos socios o amigos.

─ ¿Entonces?

─Lamentablemente se metieron con algo muy importante para mí. ─suelto un suspiro. ─Y eso no lo puedo dejar pasar.

─ ¿De qué hablas?

─Hirieron a una escolta. ─afilo el cuchillo. ─Ella portaba un anillo, solo quiero saber dónde se encuentra.

Se hace un silencio sepulcral, se miran unos a otros.

─Sé que en su patética vida tendrán el dinero que vale ese anillo, en cuanto alguien lo vio, no dudo en quitárselo.

─Ni siquiera herí a una chica. ─habla uno. ─Yo era el chofer.

─No me hagan llegar al punto en el que tengo que usar a sus familiares para sacarles información.

─ ¡Yo no sé nada!

─Fui yo. ─contesta el más robusto de todos.

─Tienes agallas. ¿Dónde se encuentra? ─me mira sin decir nada y suelto un resoplido. ─Estoy tratando de no ser violento. ¿Podrías cooperar? No me digas... ¿Lo empeñaste?

─No, está en mi departamento.

─ ¿En qué parte?

─Debajo de mi colchón.

Hago una mueca de asco. ─Simón, ve por él. ─lo apunto. ─Espero que no me mientas. ¿Fuiste tú el que la apuñaló?

Se queda en silencio.

─ ¿Nadie va a contestar? ─miro a todos. ─Bien, Zack córtales la lengua, de todas formas, no hablan.

─ ¡Fue él! Yo solo maté a un chico.

Esto pasa por no colocarle un chip de rastreo, intenté respetar su privacidad y esto es lo que pasa.

─ ¿Sabes lo que les hacen a los rateros? ─le pregunto al hombre robusto. ─En algunas partes les cortan las manos y en otras se las queman.

─Si me vas a matar, hazlo de una vez. Y nos ahorramos el discurso.

Suelto una risa, es que a mi me gusta platicar con mis víctimas, ¿Qué tiene de malo? Eso de llegar directamente a matarlos no es lo mío, me gusta jugar con sus mentes y me emociona cuando se desesperan, anhelando una muerte rápida.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora