DESCONTROL (BORRADOR)

Capitulo 48

─ ¡Despídelo! ─le pido a Logan.

─Aleksei no es empleado. ─dice con irritación. ─No puedo despedirlo.

─Bueno... no quiero estar bajo su cargo.

─Yo no mando en ese tipo de cosas.

─Gracias por tu ayuda. ─ironizo.

─De nada.

Respiro hondo y salgo de la oficina, no puedo creer que Aleksei se me aparezca hasta en la sopa. No me sorprendería que el día de mañana me digan que es mi vecino.

─ ¿Terminaste con tu berrinche? ─pregunta con burla, se encuentra recargado en la pared.

─Eres un grano en el culo. ─respondo en una mueca. ─Deja de seguirme.

─Relájate, Alexandra. El mundo no gira alrededor de ti.

─El mundo no. ─sonrío. ─Pero tú sí.

─ ¿Quién te crees?

─Me pareció muy tierno que me buscaras por todos lados, no conocía ese lado romántico.

─ ¡Ja! ─se burla. ─Ya quisieras, solo tenía curiosidad.

─No te lo crees ni tú. ─paso por su lado y me toma por el brazo.

─ ¿Te sientes mucho por ser la protegida de Logan?

─No me siento, soy mucho. Y no necesito de ningún hombre, ─quito con delicadeza su mano. ─Aunque es lindo tener a dos hombres que te protejan.

─ ¿Logan y quien más? ─frunce el ceño.

─Tú lo sabes. ─sonrío y me mira mal.

Antes de que suelte una palabra bajo las escaleras, me quedaré por aquí unos días ya que tengo entendido que tengo que entrenar más mi puntería con las armas. Pero primero iré por mis cosas a la casa.

Manejo hasta el estudio de Chris, quiero tatuarme la fecha de nacimiento de mi hijo con números romanos.

─ ¡Hola! ─exclama con emoción dándome un beso en la mejilla. ─Ya tengo todo preparado.

─Tiene años que no me hago un tatuaje.

─En la costilla es doloroso. ─comenta tomando asiento y poniéndose los guantes.

─Tengo uno en el cuello, creo que puedo aguantar el de la costilla.

Me acomodo y trato de hacerle platica para no ponerme nerviosa, hace tiempo quería hacerme otro tatuaje y que mejor que este tipo, no sería capaz de tatuarme el nombre de un hombre, pero el nacimiento de mi hijo es sin duda, algo que vale la pena tener en mi piel.

Cierro los ojos cuando siento la aguja traspasar mi piel y trato de relajarme, si es un poco doloroso, pero me dolió más en el cuello, así que es aguantable.

─Ya está, ya sabes las indicaciones.

─Si. ─ruedo los ojos.

─Mi parte chismosa quiere saber que significa, pero no me enojaré si no me lo dices.

─Algún día te lo diré. ─le guiño el ojo.

Me despido con un beso en la mejilla, me gustaría quedarme a platicar, pero tengo varios asuntos que resolver. Cuando llego a casa mamá me espera con un platillo dietético, la miro con ojos de cachorrito y solo niega con la cabeza.

─No debes comer tanta grasa. ─saca unas maletas. ─Empaqué ropa deportiva y ajustada para que te puedas mover con más facilidad. ─me mira con tristeza. ─No me gusta tu nuevo empleo.