DESCONTROL (BORRADOR)

Capitulo 20

- Joder. – dice Evelin viendo el dinero.

- Tenemos que ahorrar para irnos juntas. – sonrío. – Siempre hemos querido salirnos de nuestras casas y creo que el tiempo se acerca.

- Pero... yo no tengo trabajo. – niega. – No creo que yo pueda aportar algo.

- No te estoy diciendo que lo haremos ya. – me despido con un beso en la mejilla. – Piénsalo.

Cuando llego a mi casa por fin puedo estar en paz, mi mamá y yo nos hablamos como si nada hubiera pasado, los billetes los guardo en una pequeña caja donde tengo mis ahorros. La escondo en un cajón en donde guardo toda mi ropa, tiene un pequeño candado y aunque mi mamá no es de las que registran mis cosas, prefiero tener mis precauciones.

Después de escuchar música por un rato, me pongo mi blusón para dormir. Apago las luces y cuando estoy por quedarme dormida mi celular suena.

- ¿Qué? – pregunto soltando un bostezo.

- Alexandra, sal de tu casa. – es Aleksei. – Estoy afuera.

- Ya me voy a dormir. – oigo las voces de mis padres en el pasillo. – No puedo salir con mis padres, quiero que tengan, aunque sea un día de paz.

- ¡Es importante! – reclama.

La noticia hace que me levante rápidamente de la cama.

- ¿Qué pasa? – pregunto con nerviosismo.

- ¿Cuál es tu ventana?

- La que está junto al jardín.

Se oye ruido y abro mi ventana para ver como Aleksei se acerca, cuelga la llamada y alza los brazos.

- Salta. – murmulla.

Veo la altura con miedo, es una de mis fobias. Tomo aire y me lanzo, cuando Aleksei me atrapa inmediatamente enrosco mis piernas alrededor de su cintura.

- Exagerada. – dice entre risas.

- Odio las alturas. – digo viéndolo con enfado.

Me mira con mueca burlona. – Tenemos que irnos.

Asiento y me suelta, me subo a la camioneta. Me mira de arriba abajo sin dejar de sonreír, se me olvidó que estaba en blusón; carraspeo y me acomodo para que no se vea más de lo necesario, mi acción lo hace soltar una carcajada burlona.

- No tienes nada que no haya visto antes. – dice burlón.

Entrecierro los ojos y peino mi cabello. – Solo para que no te emociones. Deja el misterio y dime que es lo que está pasando.

- Hay un chico que trabaja para mí y está infiltrado en los hombres de Mario, dio la orden de rastrearte.

Me quedo en silencio.

- Pronto darán con tu casa, lo que me preocupa son tus padres.

- ¿Crees que sea capaz de hacerles algo?

- Si.

Me da un escalofrío de solo pensar que por mi culpa les puedan hacer daño.

- ¿Cuál es el plan?

- Que piensen que vives conmigo.

Suelto una risa irónica. – No funcionará, tarde o temprano darán con mi familia y lo sabes.

- Exacto, pero lo haremos solo para ganar tiempo.

- ¿Qué piensas hacer? ¿Matarlo?