Capitulo 26

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Limpio mi sudor con la pequeña toalla después de darle unos buenos golpes al saco de boxeo, me duelen los brazos y piernas por el entrenamiento que me impuse hoy, le doy un trago a mi botella de agua, entra Sophia con ropa de ejercicio y me mira con una sonrisa.

- No esperaba verte aquí. – dice con una sonrisa.

- No había tenido tiempo de entrenar.

- ¿Ya acabaste?

- Si, ya me voy. – recojo mis cosas.

- Puedes darte una ducha. – señala una puerta. – Cada vez le están añadiendo más cosas.

Si me di cuenta, cuando llegué vi nuevos aparatos para hacer ejercicio, lo bueno que cargo con mi maleta y entro al baño para darme una ducha rápida. Escucho como Demian discute con Sophia cuando salgo del baño.

- Alexandra, necesito un favor. – me habla Demian. – Recoger el dinero de las peleas de este fin de semana.

Asiento. - ¿A qué hora?

- Antes de las 9.

Me despido y me subo a mi moto, siempre que termino de hacer ejercicio quedo con mucha hambre, las ganas de ir por una hamburguesa se hacen presentes, pero niego a caer en la tentación, prefiero ir de una vez por el dinero, con como las seis de la tarde, aprovecharé la vuelta.

Bajo de la moto cuando llego a mi destino y abro la puerta el olor a cigarro mezclado con sudor hace que arrugue el entrecejo, hay varios chicos entrenando, sé perfectamente donde se encuentra la oficina en donde se lleva a cabo las negociaciones.

Entro como si fuera mi casa y un viejo como de cuarenta años me mira seriamente.

- Vengo de parte de Demian. – me limito a decir.

Seguramente no me cree, así que saco mi celular para marcarle a Sophia ya que se encuentra con él, me sorprende cuando sacan una mochila y la ponen sobre el escritorio.

- Después me arreglo con Aleksei. – responde con seriedad sin dejar de verme.

Voy hacia el escritorio y me cuelgo la mochila en el hombro.

- Es mucho dinero, así que no lo vayas a perder.

- Lo sé. – espeto con irritación.

- Eso espero...

Ruedo los ojos y salgo de ahí, cuando estoy por llegar a la salida, choco con alguien e inmediatamente me aferro a la mochila, en este tipo de lugares hay delincuentes y no puedo bajar la guardia, levanto la vista y me encuentro con Thomas.

Lo único que me faltaba.

- ¿Qué haces aquí? – pregunta y cuando paso por su lado me toma del brazo. – Contesta.

- Que te importa. – zanjo con seriedad.

- ¿En qué andas metida, Alexandra?

Me zafo de su agarre. – Déjame en paz, en vez de estar molestando, busca con quien revolcarte esta noche.

Sonríe con burla. - ¿Celos?

- Ya quisieras. – intento irme, pero se interpone en mi camino, respiro hondo para llenarme de paciencia.

- ¿Me sigues odiando? Pensé que con el tiempo...

- No te odio. – confieso. – Pero tampoco somos amigos para estar saludándonos, solo ignora mi existencia como yo ignoro la tuya y ya.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora