Capitulo 60

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─Se supone que estoy a dieta. ─me quejo con Aleksei viendo los deliciosos postres.

─No estás gorda.

─No, pero quiero mantenerme bien. Con el embarazo subí varios kilos.

─Es un pastel helado de oreo.

Mi estómago gruñe en aprobación, suelto un suspiro.

─Bien.

Lo compra y casi puedo saborearlo, le mando mensaje a Henry que espere un poco más, hay prioridades y en este momento quiero acabarme este delicioso postre. Se supone que Aleksei me iba a llevar a casa, pero decidió ir a comprar unas cosas, me detuve al ver esta exquisitez y estoy a punto de cometer el pecado de comérmelo.

─Tengo ganas de leche. ─comento sentándome en una de las bancas, me sonríe pícaramente y ruedo los ojos. No se puede hablar enserio con este hombre.

─ ¿Qué? ¿Por qué me volteas los ojos?

─Olvídalo. ─pruebo el pastel y casi gimo ante lo delicioso que sabe. ─ ¿Quieres?

─No.

Lo ignoro y tomo una pequeña porción para ofrecérsela en la boca.

─Vamos, amore. No puedes rechazarme.

Suelta un suspiro y deja que lo alimente, cuando acaba le doy un beso en los labios y sonríe contra mi boca.

─ ¿Qué? ─frunzo el ceño.

─A veces eres tan cursi.

─Odio las cursilerías, pero...─alzo los hombros. ─Tengo mis momentos.

─Si tú lo dices...

─Me voy a ahogar con esto. Quiero un Frappé de moka.

─ ¿Sí? ¿Qué más quiere la reina? ─espeta con ironía.

─Un masaje si no es mucho pedir.

─ ¿Quién te crees? ─pregunta con enfado.

─La madre de tu hijo. ─paso la lengua por la cuchara. ─Y tu mujer.

─Eres insoportable. ─se molesta, pero aun así va por mi pedido.

Después de unos minutos deja mi bebida y lo miro con una sonrisa.

─ ¿Y mi masaje?

─No abuses. ─me mira con advertencia, me levanto de la banca y lo tomo por el brazo para irnos.

─Antes no eras tan gruñón, ya te estás pareciendo a Demian. ─comento cuando subimos a la camioneta.

Se queda en silencio y aprovecho para subirle volumen al radio, mi humor mejoró después de este delicioso postre. Se detiene frente a mi casa, antes de bajarme me paso a su asiento para ponerme a horcajadas sobre él.

─Gracias por la comida y el postre. ─le doy un beso en la boca, intento separarme, pero me toma por la nuca para profundizarlo. Coloco mis manos en sus hombros para apretarlo contra mí, jadeo contra su boca cuando aprieta mi trasero y me separo antes de perder el control.

─Mis padres podrían salir. ─advierto, pero me ignora y empieza a besar mi cuello. ─Aleksei...

─No puedes dejarme así. ─desvía mi mano a su entrepierna para que sienta su erección y con ese solo gesto logra humedecerme. Miro hacia mi casa y no se ve nadie, desabrocho su pantalón sin perder el contacto visual, y como siempre pasa, me pierdo en el color de sus ojos.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora