Extra Aleksei

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Dos años antes...

Llevo dos meses en Los Ángeles y ya me quiero ir, odio el sol y la playa, pero debido a la misión que se nos otorgó nos quedaremos por un buen tiempo aquí. Mario es un delincuente promedio que no deja de alardear sus triunfos, finjo emoción cada que me cuenta sus logros.

Ser hipócrita es algo que se me da con facilidad, el punto es mostrarte amable, no ganas nada siendo prepotente o maleducado con la gente, así te tachan de malo inmediatamente y muchos se ponen en tu contra. En cambio, si eres amable, si eres esa persona que los ayuda a salir adelante, que escuchas sus problemas, bajan la guardia ante ti.

La mayoría de las personas se van más por la apariencia, nadie sospecha de sus amigos, menos de la familia. Pero la verdadera maldad, se encuentra en esas personas, que usan mascaras ante la sociedad, en mi trabajo es muy común tenerla. No ganas nada actuando como un chico malo o misterioso.

Mientras más gente tengas de tu lado, menos sospechan de ti y más te defienden, solo es cuestión de inteligencia. Cuando quieres acabar con alguien, lo tienes que hacer poco a poco, como lo estoy haciendo con Mario.

Le he llenado la cabeza sobre que algunos de sus socios le tienen envidia, que piensan traicionarlo, etc. Me la paso alimentando su ego para que se sienta mejor que los demás y así decida acabar con la alianza, para que piense que puede solo, cuando en realidad no es así.

No importa que tan importante seas en el mundo de la mafia, todos necesitan de aliados, pero el idiota se está creyendo el rey del mundo y eso me conviene.

En estos meses conquisté a la mujer de un mafioso, me conviene que esté de mi lado y así robarle aliados, no se trata de durar años intentando ser alguien "grande", se trata de saber con quienes relacionarte.

─Gracias por manejar el negocio en lo que no estaba. ─habla Mario. ─Era una prueba para ver si no eras como los idiotas que se dicen ser mis "socios".

─Para nada. ─sonrío con burla. ─Ten cuidado, porque estoy seguro de que cuando menos te lo esperas, intentarán quitarte lo tuyo.

─Eso no pasará. ─se molesta. ─ ¿Dónde está tu hermano?

─En el club de bailarinas. ─contesto con desinterés.

Mientras yo estoy de lado de los que hacen carreras, peleas y venta de drogas, Demian se encarga de estar con esos mafiosos que les encanta ir a club de strippers. No es un gran sacrificio para él, le encanta estar rodeado de mujeres, desde siempre ha sido un mujeriego.

Abren la puerta y me encuentro con la mirada de Thomas, desde lejos se ve que no le caigo bien, por alguna razón me sorprende y divierte a la vez, yo soy de esas personas que se les denomina "sangre ligera" es raro que alguien me odie, ya que mi forma de ser es extrovertida.

─ ¿Ya estás preparado para la pelea? ─le pregunta Mario.

─Sí. ¿Solo para eso me hablaron?

─Hay mucho dinero en juego, así que espero que ganes. Tendrás una muy buena recompensa.

Salgo del lugar, lo último que quiero es escuchar sus quejas de marica, miro las cámaras que se encuentran colocadas discretamente por todo el lugar, Simón se encarga de monitorear todo. Varias personas se encuentran gritando y eso llama mi atención, me recargo en el barandal para tener una mejor vista.

Hay dos mujeres peleando arriba del ring de boxeo, no alcanzo a ver las caras, pero la del cabello negro, tiene un culo impresionante. Ella es la que va ganando y da buenos golpes. Cuando la pelea acaba, le chiflan y aplauden, minutos después llega Thomas y la toma de la cintura para sacarla de ahí, su gesto posesivo me hace reír.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora