Capitulo 58

1.9K 120 134
                                    


ALEKSEI

Suelto el humo de cigarro mientras observo donde se solían hacer las peleas clandestinas, todo está quemado, el único ruido que se oye es el de los autos al pasar. Siento la presencia de alguien a mis espaldas, pero no me giro, sigo fumando con tranquilidad.

─Fue una pérdida de dinero. ─murmura.

─Un sacrificio que se tenía que hacer.

─ ¿Por qué lo quemaste? ─se posa a mi lado.

Lo miro de reojo, no sé porque hace preguntas si ya sabe las respuestas, necesitaba que Richard se enemistara con Joseph, para eso tenía que dejarlo como traidor, ya que se supone que no se llevan bien, pero por lo menos se respetaban los territorios. 

─Da igual.

─Llevas dos años en esta ciudad. ¿Cuándo te vas?

─Cuando gane nuestro candidato. ─aplasto el cigarro con mi bota. ─Joseph se irá de la ciudad por un tiempo junto con su hijo.

─Es una buena noticia. Y cuando regresen...

─Ya no estaré, si me voy es para no volver.

─Bien. ─suelta un suspiro. ─Te estaré apoyando. Gracias por avisarme que me tenían una emboscada en el aeropuerto.

─Eso era muy obvio.

─Lo sé, pero se aprecia la intención. ─sonríe. ─Adiós.

─Nos vemos pronto, Vladimir.

(...)

─ ¿Qué le pasa? ─me pregunta Demian, observando como Abigail se encuentra eufórica viendo las carreras.

─Está drogada.

─ ¿Qué? No pensé que se metiera esas cosas. ─se rasca la nuca. ─ ¿A quién se la compró?

─Se la regalé. ─río al ver su enojo. ─ ¿Qué?

Pellizca el puente de su nariz. ─Dime que no lo estás haciendo.

─ ¿Qué cosa?

─La estás enviciando. ─deduce.

─No la obligo a nada. ─alzo los hombros. ─Mientras más adicta se haga, será más fácil de manejar.

─Eres una mierda.

─Me han dicho cosas peores. ─intento irme, pero me detiene.

─ ¿No sientes, aunque sea un poco de pena por ella?

─No siento pena por nadie.

─Eres un caso perdido. ─niega con la cabeza y se va hacia Sophia.

No entiendo su necesidad de querer cambiarme, siempre he sido así y eso de que la gente cambia no existe, puede que por un tiempo se calmen, pero tarde o temprano vuelven a ser los que eran antes. Simón se acerca para darme una cerveza.

─No he visto a Alexandra. ─comenta con duda.

Aprieto la mandíbula cuando la menciona, llevo días intentando sacarla de mi cabeza, pero no puedo. Trato de ignorarla, pero es inevitable que mis ojos la busquen cuando estoy en la mansión. Por más que me mantengo con la cabeza fría no puedo controlar la maldita erección cada que la veo.

─Que mal. ─comento con desinterés.

─No puedo creer que haya tenido un hijo. ─sigue jodiendo. ─Conservó un buen cuerpo y...─nota que el comentario me molesta, carraspea incómodo. ─Mañana iré a su casa.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora