DESCONTROL (BORRADOR)

Capitulo 36

Marlene me sostiene del cabello mientras mi estómago devuelve todo lo que comí, me aparto y me enjuago la boca.

─Ni siquiera bebiste alcohol.

Estamos en su casa y nos quedaremos a dormir, la noche fue todo un éxito, Evelin y Marlene me ayudaron a repartir volantes sobre el club por toda la universidad, no se me ocurrió otro nombre que Demons porque sinceramente cuando uno va a un club nocturno haces de todo menos portarte bien, creo que es buen nombre.

Evelin me observa en silencio. ─No será que...

─Solo es estrés. ─comento, despreocupada.

Me desmaquillo y me dejo caer en la cama, suelto un bostezo ya está por amanecer y apenas vamos a dormir.

─Tengo otra novia. ─dice Marlene con una sonrisa.

─Que mujeriega ─me burlo.

─No creo en eso del tiempo, si me gusta alguien me arriesgo y si no sale bien ─alza los hombros. ─No me importa, porque no me quedé con las ganas.

─Buena filosofía ─apoya Evelin.

─ ¿Qué pasa entre Chris y tú? ─me pregunta Marlene.

─ Es confuso. Creo que le estoy dando la oportunidad, pero no tenemos nada serio. Estoy en "veamos que pasa" ─hago comillas con los dedos.

─No lo ilusiones. ─me regaña Evelin─ Es un buen chico, si solo lo ves como amigo, parala ahí.

─Yo le advertí que no estaba segura, él quiso tomar el riesgo, así que no lo estoy engañando.

─Tiene razón Alexandra. Cógetelo y lo deshechas. ─asiente Marlene.

─Tampoco así ─me remuevo con incomodidad. ─ Le tengo cariño, así que no sería tan fácil.

─No saben lo que me pasó ayer. ─espeta Evelin haciendo un mohín─ Fui a casa del chico con el que estoy saliendo, fui al baño y...

─ ¿Y?

─Lo tapé ─se cubre la cara─ En mi defensa, habíamos comido alitas con habanero.

Marlene y yo soltamos una carcajada.

─ ¿Qué paso después?

─Duré como una hora tratando de bajarle, lo bueno es que había un desatascador, y ahí me tenías sudando como tonta. Pero no se dio cuenta, aunque yo estaba demasiado incómoda porque estaba toda sudorosa, le inventé que me hablaron de casa y me fui.

─ Que gran historia...

Siguen conversando, pero yo me quedo dormida. Cuando despierto me arreglo para ir a ver uno de los departamentos que me recomendó Sophia, necesito ir viendo donde vivir, mis amigas hacen una mueca por el lugar.

─Si lo que quieres es seguridad, no creo que este lugar te lo brinde. ─comenta Evelin.

─ Puedes comprar un perro para...

¿Un perro? Son lindos, pero me gustan más los gatos, lo último hace que casi me dé un infarto ¡Anubis! Dejé a mi panterita en el pent-house de Aleksei.

¡Soy una pésima madre!

─Mierda... Necesito ir al pent-house.

Mis amigas me miran sin entender, Evelin maneja mientras yo estoy sufriendo una crisis nerviosa, espero que a Aleksei no se le haya ocurrido sacarlo, si hizo tal bajeza lo odiaré por siempre.