Capitulo 18

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Abro los ojos con sorpresa al ver el enorme casino que tengo enfrente.

- ¿Te gusta jugar? – pregunta Aleksei con una sonrisa.

- Nunca he entrado a un casino...

Sonríe y me toma de la mano para que entre con él, hay mucha gente. Muchos hombres en traje con mujeres hermosas sentadas en sus piernas. Me distraigo con el montón de máquinas y meseros atravesándose en nuestro camino.

Aleksei toma asiento en una de las mesas que está rodeada de hombres, les habla en ruso y sueltan a reír mientras yo me quedo de pie a su lado. Es obvio que va a jugar, pero no tengo idea de que haré yo, interrumpe mis pensamientos cuando me jala y hace que me siente en sus piernas. Todos los hombres tienen a una mujer en su regazo, algunas miran coquetamente a Aleksei. Es entendible la mayoría de la mesa son viejos, también hay jóvenes, pero no muy atractivos que digamos.

Cuando empieza el juego el centro se llena de fichas de colores, no entiendo nada. Aleksei no me habla, está muy concentrado en el juego, solo le doy tragos al vodka que tengo enfrente, es de él, pero ni siquiera ha tomado un trago. Siento que me estoy durmiendo cuando escucho a los hombres maldecir en ruso y veo a Aleksei con una sonrisa de suficiencia en su rostro.

El chico le da las fichas a mi acompañante y toda la noche se la pasa apostando y ganando, me quedo perpleja con su suerte, algunas veces pierde, pero se recupera inmediatamente.

No tengo idea de cuanto ganó está noche, pero le dan varios fajos de billetes, cuando salimos del casino no dejo de mirarlo.

- Es imposible tener tanta suerte. – suelto negando con la cabeza, mientras me pongo el cinturón del asiento.

- No es suerte. – responde con una sonrisa. – Lo que pasa es que soy tramposo.

- ¿Hiciste trampa?

- Hace tiempo trabajé en un casino, por eso me sé muchos trucos. – guiña el ojo mientras acelera.

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Apoyo mi mano en la ventana empañada del auto mientras se balancea de adelante hacia atrás, Aleksei toma un puñado de mi cabello y me acerca a sus labios, suelto un gemido en medio del beso, sin dejar de moverme encima de él. No me deja llevar el control, ya que, a pesar de estar abajo, tiene las manos en mi cintura manejándome a su antojo. Estoy segura de que su agarre provocará marcas en mi piel, pero no me importa.

Bajo las copas del vestido dándole acceso a mis pechos que no duda en llevárselos a la boca, sus gruñidos solo hacen que empiece a saltar con más rudeza, mi mente se va nublando, enredo mis mano en su cabello y le alzo la cara, paso mi lengua por sus labios y lo beso con salvajismo, siento su lengua recorrer cada rincón de mi boca, suelto un fuerte gemido cuando llego al orgasmo y después de unos empujes más por su parte siento como se libera dentro del preservativo.

Recargo mi espalda en el volante mientras trato de regular mi respiración. Por suerte no pasó ninguna patrulla, pero me fue inevitable no lanzarme a sus brazos, su porte de hombre de negocios me prendió demasiado, y su perfume hizo que todas mis hormonas se salieran de control.

Cuando me recompongo, me enderezo y acomodo mi vestido, sigue recostado en el asiento.

- Vámonos. – dice mientras le da una palmada a mi trasero.

- ¿Cuándo entregarás el auto? – pregunto mientras me acomodo en mi asiento.

- Mañana, antes de irnos. – prende el coche y me pierdo con todas las luces, esta ciudad es increíble.

DESCONTROL (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora