ALEKSEI
Tanta gente empieza a darme jaqueca en lo único que pienso es en tomar a Alexandra y repetir lo de hace rato, respiro hondo cuando solo de acordarme ya tengo una erección, la actitud de Abigail empieza a cansarme, parece mi sombra, me sigue a todas partes, trato de ser paciente, pero estoy a nada de explotar.
No le aparto la mirada a Alexandra, mis dedos cosquillean por tocarla, me peino el cabello hacia atrás, estoy actuando como un pervertido. El labial rojo está casi despintado por los besos que nos dimos, conversa con Marlene y tengo la intención de meterme debajo de la mesa para hacerle un oral ahí mismo, no importa que nos vean.
─ ¿Qué tanto piensas? ─me pregunta Abigail.
─Nada. ─me alejo para ir por otra cerveza. Ni siquiera tengo hambre, solo se me antoja una cosa y está sentada fingiendo que no existo.
─ ¿Qué te pasó? ─se lleva la mano a la boca. ─ ¿Te caíste?
Voy hacia el espejo y veo que mi torso se encuentra totalmente rojo, lleno de arañazos, aprieto la quijada cuando veo marcas moradas. Lo hizo a propósito.
─ ¿Aleksei? ─insiste.
─Me caí. ─agarro una camisa y me la pongo, porque los demás si verán las cosas como son y no con una venda en los ojos.
─Estaba pensando...─dice en tono coqueto. ─Si nos desaparecemos un rato, no creo que los chicos digan algo.
Alexandra nos mira y veo como endurece la mandíbula, eso termina de ponérmela más dura. Que se comporte de esa manera posesiva o con violencia solo hace que me guste más. Cuando me enteré de que mató a Verónica, la idea de imaginármela con su rostro salpicado en sangre de aquella chica y su mirada llena de malicia solo me hizo excitarme
Sé que estoy enfermo por pensar cosas así, pero me gusta ser así. No pienso cambiar por nadie, la inocencia de Abigail solo me da náuseas. Tomo su rostro con delicadeza y fuerzo una sonrisa amable.
─Yo te respeto y no creo que sea necesario llegar a algo sexual, cuando todo está aquí. ─coloco su mano en mi corazón. ─Una mujer como tú no merece algo pasajero.
Un ligero rubor cubre sus mejillas.
─ ¿Te me estás declarando? ─pregunta en un suspiro. ─ ¿Somos novios?
─Eso lo dirá el tiempo, solo quiero asegurarme de que seas la chica correcta. ─miento.
Tiene los ojos llorosos, está conmovida por mis palabras y juro que no había conocido una chica tan patética, le doy un beso en la frente para evitar besarla en los labios, en estos momentos tengo un sabor cereza en los míos y no quiero que lo borre.
(...)
Al día siguiente tengo una reunión con Joseph, van a cerrar un trato y está rodeado de mujeres voluptuosas, me siento en el sillón viendo la nueva mercancía que traen los italianos.
Las chicas empiezan a bailar arriba de la mesa y los hombres los miran embobados, en busca de la más bonita o con mejor cuerpo.
─ ¿No quieres una? ─me pregunta Joseph.
─No.
─Nunca quieres a una chica. ─entrecierra los ojos. ─ ¿No serás gay?
─Se necesita más que una cara bonita para impresionarme. ─tomo la copa de vino.
─Yo solo con que tengan buenos pechos y buen trasero me conformo. ─habla un gordo que tiene un puro en la boca. Todos los presentes ríen.
─ ¿Conocen a Vladimir? ─pregunta el más anciano, todos ponen una mueca y asienten.
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DESCONTROL (BORRADOR)
RomanceAlexandra es una chica que siempre se ha metido en problemas, participa en peleas y carreras ilegales. Cuando conoce a Aleksei se ve envuelta en un mundo más oscuro lleno de lujuria, celos, traiciones y mentiras. BORRADOR