La mansión es enorme, hasta tiene un gimnasio, tiene el doble de escoltas que tenía Logan, reconozco que me abruman al ver que siguen cada uno de mis movimientos, solo les falta que anoten las veces que voy al baño, agradezco que tenga privacidad, pero a mí me gusta salir a pasear y cuando lo hago no puedo disfrutar nada.
Siento innecesario tantos escoltas, pero cuando le pregunté a uno me dijo que en cuanto Aleksei trajo aquí a nuestro hijo, aumentó la seguridad y hay alarmas en todas partes, el cuarto de Andrei tiene cámaras, por un lado, me siento relajada, pero me pregunto que pasará en cuanto crezca, obvio llegará a una edad que necesitará privacidad.
Tengo una buena relación con Francesca, pensé que sería de esas madres que te miran con desdén, pero no. Me gusta que haya estado a cargo de mi hijo, se ve que lo quiere mucho, es una buena abuela. Cuando llegué me sorprendí al ver la cantidad de juguetes que hay en el cuarto de Andrei.
Si pensé que mis padres exageraban, esta señora los superó. La servidumbre me trata como si perteneciera a la realeza, ¿Todo bien? ¿Necesita algo? ¿Prefiere otras cobijas? Su comida es preparada por el mejor chef del país.
Admito que tanto lujo me gusta, mi recamara está llena de productos de belleza, todos de buena marca, así que aproveché para consentirme, haciéndome faciales, colocarme cremas hidratantes, después de tanto drama creo que lo merezco.
Me pasaron el chisme de que mi hijo es más o menos tranquilo, pero eso cambió cuando llegué. Solo quiere que lo cargue yo, que yo le dé el biberón y que yo juegue con él. No sé si es Aleksei quien está en ese pequeño cuerpo, porque no logró entender porque mi hijo se enoja cuando le hablo a algún escolta.
─Ya te extraño. ─me dice Marlene. ─Algunas amigas de aquí no beben alcohol. ─bufa. ─No puedo estar con ese tipo de gente.
─Ridícula. ─me burlo.
Estoy sentada en la alfombra junto con Andrei, le enseñó el oso de peluche y suelta a reír, haciendo que mi corazón lata con fuerza por la emoción, sus ojitos de colores diferentes me observan risueños, en vez de tomar el oso, aprieta mis dedos con su manita.
─Te enviaré foto de mi nueva conquista. ─comenta mi amiga con emoción y ruedo los ojos. Siento que es más mujeriega que Thomas y eso ya es decir mucho.
─Tonta. ─le cuelgo antes de soltar una risa, y el celular me vibra con la notificación de WhatsApp.
Cuando le dejo de prestar atención a mi hijo por ver la imagen, avienta el oso haciendo berrinche dejo el celular y lo miro mal.
─ ¡No hagas eso! ─lo regaño e inmediatamente sus ojitos se llenan de lágrimas.
Mierda. No tengo tacto para decir las cosas, lo cargo llevándomelo al pecho.
─No llores, mi amor. ─le doy un beso en la cabeza, cuando lo separo de mí para asegurarme que no esté llorando, entrecierro los ojos al ver que me mira con una sonrisita traviesa.
¡Es un manipulador!
─Aleksei era igual. ─dice Francesca entrando a la habitación. ─De hecho, cuando era niño cometía muchas travesuras y siempre pensábamos que era Demian, así que él recibió la mayoría de los castigos.
─Pobre Demian. ─me burlo.
─Nos dimos cuenta hasta que Vladimir puso cámaras. ─suspira.
─ ¿Sigue con Vladimir? Quiero decir...como pareja.
─Sí. ─sonríe. ─Casi no estamos juntos por su trabajo, ahora que Aleksei pasará al mandato, no tiene tiempo para nadie.
Me enseña un pequeño álbum, hay fotos de su boda y entre sus brazos tiene a Demian, lo reconozco porque a pesar de ser un niño, sale con el ceño fruncido.
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DESCONTROL (BORRADOR)
RomanceAlexandra es una chica que siempre se ha metido en problemas, participa en peleas y carreras ilegales. Cuando conoce a Aleksei se ve envuelta en un mundo más oscuro lleno de lujuria, celos, traiciones y mentiras. BORRADOR