DESCONTROL (BORRADOR)

Capitulo 65

Siento que no puedo respirar, abro los ojos lentamente y veo un techo que no es el hospital, me sorprende la facilidad con la que me quedo dormida. Paseo mi mirada por toda la habitación y me doy cuenta de que estoy en el pent-house de Aleksei. No me di cuenta de cuando me trajeron.

Se abre la puerta y un joven vestido de enfermero me sonríe.

─Hola. ¿Todo bien? ¿Cómo te sientes? ─ingresa a la habitación sin dejar de observarme.

─Bien. ─ladeo el rostro. ─ ¿Quién eres?

─Me llamo Luis, la otra enfermera tuvo un contratiempo así que no pudo venir y me mandaron a mí. ─se posa a mi lado. ─ ¿Te duele la cabeza?

─Poco.

─Estas pastillas te servirán. ─me entrega un bote. ─Ya estás bien, pero queremos asegurarnos.

Sigo teniendo una bata, me coloca suero y empieza a revisarme. Aleksei entra a la habitación y al ver a Luis frunce el ceño.

─ ¿Y tú eres?

─Soy Luis...

─Pedí a una enfermera. ─dice en tono molesto.

─Se ausentó...─se remueve con incomodidad.

─ ¿Sí? Pues...

─ ¿Nos puedes dejar a solas? ─le pido al enfermero con una sonrisa amable.

─Claro.

Sale del cuarto y cuando cierra la puerta me cruzo de brazos.

─No lo hagas sentir incómodo.

─Pedí exclusivamente a una mujer. ─se sienta en la orilla de la cama.

─Pensé que no eras tóxico. ─me burlo y rueda los ojos. ─ ¿Y mis papás saben que me trajiste aquí?

─No.

Suelto un suspiro. ─ ¿Cuándo veré a Andrei?

─Cuando nos vayamos.

─Hablé con Logan. ─sonrío. ─Se encuentra bien y me va a recompensar con una buena cantidad de dinero. Por cierto, me preocupa el hecho de que Vladimir siga en la ciudad. ¿Y si nos hace algo?

─No te preocupes por él...

─Varios de los escoltas me dijeron como era, y déjame decirte que si hay que preocuparse.

─Vladimir es mi padre. ─suelta dejándome en silencio.

Me levanto de la cama y tomo un cambio de ropa que no sé ni como llegó aquí, al parecer lo tenía todo previsto, ya que hay varios cambios.

─Dijiste que tu padre había muerto. ─lo miro con enfado. ─Otra de tus putas mentiras.

Entro al baño para ducharme y coloco el seguro a la puerta, no tarda en intentar entrar.

─Alexandra, abre. ─demanda, pero lo ignoro.

Cada que siento que me acerco más a él, sale con otra mentira y me da rabia que quiera saber todo de mí y él nunca me diga nada sobre sus asuntos. Actúa como si lo fuera a traicionar, empiezo a quitarme la ropa sin prestarle atención a sus comentarios.

Cierro los ojos cuando el agua cae sobre mi cuerpo, necesito relajarme. La perilla se sigue moviendo con brusquedad.

─No me hagas tirar la puerta...─advierte.

No contesto, sigo lavándome el cuerpo, palpo con delicadeza las zonas heridas y respiro hondo al ver que no me duelen como pensaba, de repente siento poquito ardor, pero no es para tanto.