—¡Déjame entrar!
Ese era Jungwon del otro lado de la ventana, no había gritado, pero sí modulado con esos finos labios, e inclusive hizo señas enfatizando su pedido. Jay estaba, literalmente, boquiabierto mientras veía al chico agitar su mano en modo de saludo tan inocentemente, la sonrisa que cargaba en su rostro era deslumbrante. El rubio, luego de reaccionar, abrió la ventana.
—¡Hola, Jay! —saludó Jungwon, aún con la sonrisa en sus labios.
—Jungwon... —murmuró mirándolo a los ojos. —¿Por qu-
—¡Tu mejilla está roja! ¿Qué te pasó? —interrumpió el mencionado ni bien sus orbes habían escaneado el rostro del rubio, su tono era de preocupación.
—Nada. Estoy bien. —Jay forzó una sonrisa, por inercia tocó la mejilla donde con anterioridad había sido abofeteada. —Por Dios, ¿me preguntas cómo estoy cuando estás en la ventana de un segundo piso? Pasa de una vez, te vas a caer si sigues colgado de ahí.
—Estaba esperando a que lo dijeras.
Jungwon primero metió una pierna hacia el interior de la habitación del rubio, luego fue ayudado por Jay para que en el intento no cayera, ya que el piso todavía seguía pocos centímetros lejos para las piernas de Jungwon.
—Yo... —el rubio había retrocedido unos pasos de donde estaba el más bajo, sentía una terrible culpa abundar su cabeza. —Lo siento, no pude ir hoy como planeamos.
Jay tenía su cabeza agachada, observando el suelo, ocultando la vergüenza que sentía. Jungwon tal vez estaría decepcionado de él por haberlo dejado plantado, pero no fue intencional, maldita sea que no. Había sido que tuvo una pelea, otra vez, con su padre en relación al dinero.
Era absurdo dar detalles porque ese siempre fue un tema por el cual siempre discutieron, y ni aún con él trabajando le abastecía lo suficiente; por lo que lo castigó severamente. Temía que Jungwon estuviera enojado con él, pero a juzgar por su expresión no sabía cómo tomarlo.
—Por eso el que vino fui yo. —el pelinegro sonrió, a pesar de que Jay no pudiera verlo. Ni siquiera se cuestionó cómo lo había encontrado, se sentía menos solo con el menor ahí. —No quiero ser muy entrometido, pero pasaba para saber cómo estabas. ¿Qué ocurrió?
—Mi papá está abajo, discutí con él y me castigó. —explicó sin mucha importancia. —Lo siento.
—No te preocupes, Jay, está bien. No debes disculparte. —respondió. Sin embargo, su curiosidad y miedo seguían hambrientos. —Acaso tu padre... ¿te golpeó?
El rubio instantáneamente levantó la cabeza y lo miró, Jungwon expresaba su pesar en la forma triste que lo veía, y eso aumentaba la ansiedad en Jay. ¿Por qué mierda Jungwon era así con él? Todo el tiempo demostrando ese interés por su bienestar. No estaba acostumbrado.
—Fue un correctivo. —Jay le contesta, desviando su mirada hacia otro lado para no tener que soportar los ojos hipnotizantes del adverso.
—Pero... está hinchado. —Jungwon restó los pasos que los separaban, e inconscientemente tocó la mejilla colorada del más alto. Jay no dijo nada en lo absoluto, en su lugar, se dejó acariciar suavemente por la mano cálida del contrario, aunque después de que se percatara de que el chico se encontraba mucho más cerca de lo habitual, se alejó. Jungwon se maldijo en voz baja por haber sido tan descuidado y hacer las cosas sin procesarlas primero. —T-Tengo algo que podría bajar la hinchazón.
El pelinegro dejó caer su mochila sobre la cama bien tendida de Jay. De allí sacó una botella de agua que había comprado antes de dirigirse a su casa, no estaba muy seguro de que si iba a funcionar, pero algo debía hacer, no podía permitirse ver a Jay de esa manera y no hacer nada al respecto.
Jungwon se dio media vuelta y volvió a acercarse al rubio, éste lo observaba detenidamente mientras él colocaba la botella de agua fría en la mejilla dañada.
—Espero que esto ayude. —agregó Jungwon, regalándole una pequeña sonrisa para reconfortarlo.
Jay estaba helado en su sitio. Los enormes ojos del adverso estaban enfocados en la zona lastimada, intentando sanar un dolor que no iba a ser permanente, mientras que él estaba embobado en la cercanía de sus rostros. No era capaz de apartar la mirada, pero fue demasiado para su corazón cuando el pelinegro desvió sus ojos posándolos sobre los suyos, perdiéndose en ellos.
Para Jay, Jungwon era la prueba de que las personas podían contener galaxias en sus ojos.
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espero que les guste!
kdl-
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𝙎𝙐𝘾𝙃 𝙄𝘿𝙄𝙊𝙏 ཻུ
Fanfiction𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍┃❝Donde a Jay le importa un carajo la vida, y es Jungwon quien le hace cambiar de parecer cuando se cruza con él en un puente a media noche.❞ [PRIMERA Y SEGUNDA PARTE] ·highest ranking: * #1 en jaywon. * #10 en enhypen. [no a...