capítulo #26: curse

2.5K 344 201
                                    

Jay exhaló una vez más antes de darse cuenta que llevaba diez minutos parado esperando por Jungwon quien aún no venía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jay exhaló una vez más antes de darse cuenta que llevaba diez minutos parado esperando por Jungwon quien aún no venía. Le dijo a Sunoo que tenía que hacer algo y volvería rápido, y a pesar de la avalancha de preguntas que le hizo entendió la situación y lo dejó ir. Sin embargo, estaba ansioso.

La noche era fresca. Soplaba un ligero viento, y mientras intentaba calentarse envolviéndose en un abrazo, ya que ni siquiera abrigo se había puesto, se encargó de buscar al menor con la mirada. Incluso pensó que le pudo haber ocurrido algo en el camino, y para descartar ese feo pensamiento comenzó a caminar en una idea de buscarlo.

Jay lo esperaba en una tienda después del puente, como había sugerido Jungwon, entonces solo se limitó a avanzar hasta el inicio de la plataforma. Pero fue tan loco cuando al levantar la vista veía a un muchacho del otro lado, parado también al principio del puente. Park levantó el teléfono para realizar una llamada.

—¿Dónde estás? —preguntó para poder confirmar sus dudas.

Estoy aquí. Me estás viendo.

—¿Y qué ocurre? ¿Por qué no cruzas?

Yo... n-no puedo.

¿Por qué no puedes? —frunció su ceño.

C-Creí que sí iba a poder, p-pero no. Me asusta que pase otra vez.

Jay sintió una aire pesado abrumarlo de repente. En su voz se notaba lo afligido que estaba. Y, para ser sincero, a él también le daba miedo cruzar. Todo le recordaba a esa noche, donde Jungwon se sacrificó por una vida que no valía ni vale la pena salvar. Park simplemente no tenía salvación, por eso le molesta aún más que el menor siempre e inconscientemente intentara rescatarlo del abismo en el que se transformó su mundo.

—Quédate ahí, yo me acercaré. —pronunció el rubio para luego cortar.

Tomó una gran bocanada de aire antes de empezar a caminar. ¿Quizás debía prepararse mentalmente? Eso sería exageración.

Avanzó los primeros pasos, la brisa jugaba con su cabello y provocaba que sus labios se secasen, sus ojos relumbran con el sonido de la corriente bajo sus pies y su cuerpo comenzaba a sentir una inexplicable presión. Y es como si la bocanada de aire que tomó se le quedara estancada en la garganta, una aguda puntada en la cabeza lo hizo pestañear y luego detenerse a mitad de camino. Abría y cerraba su boca en busca de oxígeno, pero es como si este se negara a ingresar en su cuerpo, por lo que acabó de rodillas en el suelo siendo aniquilado por el calvario que lo envolvía.

Sentía un peso sobre él, como si lo estuvieran aplastando, o... como si estuvieran pisando su cabeza. No paraba de doler. Y aunque quisiera abrir los ojos para ver dónde cayó derrotado, no se lo permitían. Se sostenía de las sienes cuando parecía empeorar gradualmente, su garganta suplicaba gritar, pero no podía concentrase para eso.

𝙎𝙐𝘾𝙃 𝙄𝘿𝙄𝙊𝙏 ཻུDonde viven las historias. Descúbrelo ahora