𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍┃❝Donde a Jay le importa un carajo la vida, y es Jungwon quien le hace cambiar de parecer cuando se cruza con él en un puente a media noche.❞
[PRIMERA Y SEGUNDA PARTE]
·highest ranking:
* #1 en jaywon.
* #10 en enhypen.
[no a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El padre de Jay resultó ser, además de un maldito abusivo, un repugnante cobarde. Después de haber lastimado gravemente la cabeza de su hijo con una botella de vidrio, cuando su primer objetivo había sido aquel enano maleducado, ver cómo la sangre se derramaba por todos lados, tiñendo la cerámica blanca y colándose entre las grietas del suelo, escuchar la manera en la que el chico gritaba desesperadamente por ayuda, lo ahuyentó.
Jungwon, luego de espabilar su crisis, llamó a una ambulancia. Era impresionante la forma en la que sus manos temblaban cuando había tomado su celular, la sangre manchó toda la carcasa y la pantalla, incluso su rostro estaría cubierto de aquel líquido debido a que tuvo que secar sus lágrimas.
Ahora mismo, estaba esperando por los resultados de Jay. Se hallaba locamente nervioso, no podía quedarse quieto en su lugar como Jake se lo pedía, sentía que si permanecía sentado sin hacer nada, el próximo que ocuparía una camilla iba a ser él.
—Jungwon, por favor, nos pones nerviosos a nosotros también. —dijo Jake, se levantó de su asiento y se colocó en frente del más bajo para detener su desesperante caminata. La cabeza del pelinegro chocó contra el pecho del australiano, donde soltó un suspiro de cansancio y frustración, no le gustaba esperar. —Él va a estar bien, pero debes calmarte.
—No puedo. —murmuró. Su mente estaba repleta de Jay, aún podía ver su rostro golpeado, su expresión de terror cuando vio al señor Park y se apresuró en protegerlo, luego Jay en el suelo con el charco de sangre rodeando su cabeza; esa secuencia lo estaba acabando. —Todo es mi culpa.
—No, no es tu culpa, Jungwon —inquiereJake mientras acariciaba su espalda. —Fue un accidente.
—El recibió el golpe por mi, ¿comprendes eso? —se separó del más alto, el menor tenía sus enormes ojos cristalizados otra vez. —Pero, si no hubiera ido a buscarlo, ¿qué habría pasado?
—Jungwon-
—¡Salió el doctor!
La voz de Heeseung interrumpió a Jake, pero eso no fue importante cuando el corazón de Jungwon comenzó a acelararse por lo dicho. Ladeó su cabeza hacia la puerta, donde el doctor estaba parado mientras se quitaba el cubrebocas.
—¿Familiares de Park Jay? —preguntó. Los seis chicos viéndolo con los ojos abiertos como buhos no sabían qué decir.
—No pude contactarme con ninguno. —respondió Jungwon. No tiene más familia que ese bastardo cobarde.
—Uhm, ya veo. —el doctor hizo una mueca. —De todos modos, no son malas noticias las que tengo para compartir. El paciente se va a poner bien.
Jungwon miró a Jake, quien lo abrazaba por los hombros, la sonrisa gigante que brotó de sus labios no tenía lugar en su rostro. El australiano le devolvió el gesto, regalándole también una suave caricia en sus cabellos para reconfortarlo.
