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capítulo #7: for the nonce

Los ojos de Jay se sentían pesados, cansados, deseaba con todas sus fuerzas mantenerlos cerrados por el resto de su vida, pero había algo que se lo impedía. Tal vez era el hecho de que estaba recostado de una forma incómoda, o un lado de su cuerpo que se sentía aplastado, que Jay finalmente abrió de par en par ambos ojos.

La cabeza comenzó a dolerle, monstruosas punzadas lo acribillaban, por lo que soltó un quejido a causa eso. Pero nada superaba el ardor que le quemaba los brazos.

Estuvo un momento observando el techo para recomponerse, justo después de que dio el segundo parpadeo cayó en cuenta de que no estaba en su casa ni en ningún sitio conocido. Al tratar de levantarse, algo pesaba en su brazo, giró su cabeza y lo primero que sus ojos vieron fue la boca semiabierta de Jungwon mientras dormía. A juzgar por la saliva seca en su rostro, supo que se había quedado ahí todo el rato esperando a que él despertara, lo que le pareció muy tierno.

Jay, con su otra mano, acomodó los finos cabellos oscuros de Jungwon, a lo que el menor respondió a sus caricias moviéndose más a su lado, buscando más afecto. Se comportaba como un pequeño cachorrito.

—Hey... —susurró Jay. El adverso, sin embargo, estaba tomando un profundo sueño. —Jungwonie...

—Cinco minutos más, mamá. —balbuceó el azabache a la vez que se daba media vuelta para continuar durmiendo, pero una parte de él reaccionó inmediatamente y abrió los ojos. —¡Jay!

El mencionado pudo haber reído por su expresión, pero se encontraba demasiado mal como para hacerlo. Simplemente, hizo una mueca con sus labios.

—¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? ¿Quieres algo? —arrasó Jungwon con sus preguntas sin dejar que el rubio tuviera la oportunidad de responder alguna.

—Estoy bien. —contestó Jay solo una de ellas.

—Si claro, siempre dices lo mismo, ¡y no es así!

—¿En serio?

—Sí, tu boca siempre dice una cosa, pero cuando te miro es todo lo contrario. —Jungwon abultó su labio inferior en un puchero. —Me mientes.

—Tal vez lo hago porque... ¿Qué extraño se preocupa por otro?

—¡No somos extraños, ya deja de decir eso! —infló sus mejillas indignado. —Ya no lo somos, Jay. Míranos, si fuesemos extraños no estaríamos juntos.

Era un excelente punto que no podía discutir. Sin embargo, Jay continuó.

—¿Y por qué continuas junto a mi?

—Yo... —realmente, no tenía una respuesta concreta para esa pregunta. Jungwon estaba junto a él porque, desde que lo vio considerando saltar de aquel puente, estaba seguro de que Jay era mucho mejor que eso, debe tener grandes cosas que hacer como persona, tal vez tenga aspiraciones, pero no puede expresarlas ni mucho menos ejecutarlas. Jungwon quería que Jay considere ésta vida para compartir esas dificultades y ser para él alguien en quien pudiera apoyarse. —Solo quiero acercarme a ti.

—¿Por qué? ¿Qué tengo? —Jay se había guardado todas esas dudas desde su primer encuentro, hacerlas ahora no sabía si era correcto, pero necesitaba despejar su mente. —¿O acaso me tienes lástima?

—Nada de eso. —frunció sus cejas, afectado por la última pregunta.

—¿Entonces?

—Quiero estar contigo, a tu lado. No sé cómo explicarlo porque no tengo idea de qué palabras escoger para que entiendas.

—Soy listo, puedo entenderlo fácilmente.

—Por el momento... solo seamos amigos —Jungwon exhaló. Todavía no tenía el coraje para admitirlo en voz alta, admitir que le atraía.

—¿Por el momento? —Jay no estaba conforme con esa respuesta, y claramente en sus facciones se podía notar. —¿Y qué pasará después?

—¿Después de qué?

—Después de que ese "por el momento" pase.

Jungwon se quedó mudo, cuando en realidad tenía mucho para decir. Una parte de él estaba asustado, no pensaba que de repente se iba a sentir tan intimidado por sus sentimientos. Jay lo observaba esperando algo de su parte, pero ahora se encontraba envuelto en una fría desconfianza de sí mismo.

—Veré como ese por el momento pueda pasar a ser algo más duradero.

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¡espero que les guste!

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