𝙎𝙐𝘾𝙃 𝙄𝘿𝙄𝙊𝙏 ཻུ

capítulo #39: red thread

—¡¿Por qué me estabas persiguiendo con una rama?! —Jake protestó en un tono reprochante a la vez que apuntaba a Sunoo. —Con razón me duele la espalda.

—Tú te la buscaste. —se defendía Kim. —No debiste insultar de esa forma al chocomint.

—Menos mal no le gustó, sería un problema. —murmuró Heeseung, solo le escuchó Jungwon quien rio para nada disimulado.

Sunghoon se acomodó en el cuello de su novio, probablemente había tomado un breve descanso sin darse cuenta, y los brazos de Heeseung le producían tanta seguridad que acabó dormitando sobre él. Niki estaba desparramado en una silla cuestionando seriamente su existencia ya que las náuseas no lo abandonaban y odiaba ser el único aparente con ese síntoma. Jay procuraba tomar más agua de la que realmente quisiera y Jake estaba acostado en las piernas de Jungwon quejándose de que Sunoo le había pegado. Este último estaba como si nada, su espíritu feliz era contagioso.

—Me duele la pancita. —el menor puchereaba con esos labios tan adorables que tenía. Nadie podía resistirlo si se proponía ser el más lindo. —¿No hay un baño en lo profundo del bosque?

—¿Por qué?

—Verás... la naturaleza llama.

—Quisiera reír, pero no es gracioso porque yo también necesito hacer el segundo trámite. —dijo Heeseung.

—¿Y qué hago? No me aguanto...

—¿Alguna vez han visto la película de "Up: una aventura de altura"? —Sunoo se unió a la conversación para no burlarse al respecto, sería muy cruel de su parte.

—¿Qué tiene esa película, Sunoo? —preguntó Wonie interesado por el tema.

—Russel usó un muy útil método para cuando la naturaleza lo llamó. Hizo un huequito en la tierra y se limpió con-

—¡Eso va a lastimar mis pompis! —Niki lo interrumpió exhaltado. —Prefiero aguantarme hasta mañana.

—Tampoco era para tanto. —Heeseung le restó importancia acurrucándose con su bebé. No importaba que Park fuera enorme en el sentido de que tuviera piernas largas, él era un pequeño bebé a sus ojos.

El rubio había desaparecido del lugar. Se acercó a la orilla del arroyo y decidió tomar asiento. Su cuerpo pedía aire fresco, renovarlo allí sería la mejor opción. No se sentía bien, pero tampoco se sentía mal. Es como si hubiera algo en él que le inquietaba, que molestaba en su interior, pero aún la cuesta adivinar qué es.

El agua fluía ante sus ojos y Jay no podía evitar suspirar. Aún le agobiaba esta clase de cosas, el sonido de la corriente, le causaba un escalofrío que le enviaba esa preocupación y culpa hacia todo su cuerpo. Preocupación porque temía recaer en el recuerdo y culpa porque dañó a la única persona que estaba aprendiendo a amar.

La culpa jamás se iría.

Su mente aturdida pensaba en Jungwon, en cómo haría para decírle sobre su enfermedad, porque sí, iba a contárselo, estaba siendo cruel y egoísta creyendo que le dolería menos si se lo ocultaba; se preguntaba si él se enojaría al respecto, no podría soportar que pasen los días y él esté enfadado. Estaba seguro de que quiere pasar el resto de su vida con ese muchachito de ojos galácticos.