𝙎𝙐𝘾𝙃 𝙄𝘿𝙄𝙊𝙏 ཻུ

capítulo #45.3: eternally grateful

Cuando Sunoo les había compartido la noticia de que Jay despertó, al principio quisieron salir corriendo en dirección al hospital para estar junto a él y hacerle millones de preguntas, pero decidieron que no sería suficiente ir con las manos vacías. Compraron comida, flores, y pensaron que un pastel sería demasiado, pero nada iba a ser suficiente para hacerle saber a Jay que importa más de lo que él se imagina.

Iban en completo silencio en dirección a su cuarto. Habían acordado comportarse tranquilos y no tocar el tema a menos que Jay decidiera hablar primero. Y allí se hallaban, en frente de la puerta preparándose mentalmente para no romper en llanto, al menos por parte de Sunoo quien ya sentía hormiguear su estómago de nervios.

—No perdamos el tiempo. —Niki había tomado su mano en forma de aliento. Sunoo lo miró creyendo que no podía existir mejor muchacho que él, su compañía era tan hermosa que estaba agradecido de que no se haya alejado, porque sabe que a veces puede ser un revoltoso o simplemente demasiado molesto, y entender que esos ojos siempre lo perseguirían le daban ganas de hacerse un ovillo en el suelo para poder echarse a llorar.

Heeseung abrió la puerta cuando se miraron entre todos acordando que era el momento. Al adentrarse esperaban oír voces o alguna clase de risa que Jungwon es capaz de provocar en Jay; dos cuerpos abrazados en la camilla los recibieron. Se volvieron a mirar no sabiendo qué hacer, no querían despertarlos.

Sunghoon había sugerido dejar las cosas y esperar, por lo que acomodaron de una forma linda lo que trajeron y abandonaron la habitación en completo silencio (si quitan el hecho de que Jake se tropezó dos veces por la culpa de Niki y su torpe juego de pies). Algunos tomaron asiento en las sillas del pasillo, uno de ellos aún estaba inquieto mientras intentaba pensar en otras cosas para distraerse.

Hoon de repente comenzó a caminar en dirección al baño. Sentía su estómago revolverse de tantas maneras que no pudo contenerse un minuto más. Al encerrarse en un cubículo, comenzó a vomitar. Quizás eran las emociones que se le mezclaban por la situación que estaba atravesando, comió forzosamente porque sabía que no podía tener su pancita vacía, y ahora simplemente lo estaba compensando en el retrete de un hospital.

Respiró hondo cuando se detuvo, apretó el botón y bajó la tapa para luego sentarse en el suelo. Su garganta dolía por las arcadas y había transpirado también, pero se sentía aliviado.

—¿Hoonie, estás bien?

La voz de su novio hizo eco. El menor se pasó la mano por la boca posteriormente saliendo del cubículo. Heeseung tenía una mirada extraña que no sabía cómo descifrar.

Un poco después de haber llegado a su departemento habían comenzado a discutir en su habitación, muchas cosas salieron a la luz y desde ese entonces no se han hablado. Fue vergonzoso porque Sunoo, Jake y Niki probablemente habían escuchado todo, pero por otro lado era una charla que no se podía postergar más.