capítulo #31: loving is so different from what we think we feel

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Desde dicho suceso ocurrido hace unos días, Jay está un poco paranoico al respecto

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Desde dicho suceso ocurrido hace unos días, Jay está un poco paranoico al respecto. Sabe que Sunoo no es un botón, él no hablaría de esa clase de secretos frente a otras personas sin su permiso, solo habría querido que nunca se hubiera enterado. Se siente incómodo darse cuenta de que ahora Sunoo podía hacer todo por él porque desea estar a su lado siempre, lo que no es sano para ninguno de los dos sabiendo que pronto deberían despedirse.

Se encontraba caminando hacia el instituto de Jungwon, que es donde asiste Sunoo también, para charlar un poco con él. Necesita decirle muchas cosas, y entre ellas, las que más tiene ganas de hacer porque quiere disfrutar ese muchacho tanto como pueda. Compartir memorias no había sido tan malo como erróneamente pensó aquella vez.

Los alumnos comenzaron a salir de la escuela. Pero se dio cuenta que fue mágica la forma de encontrarlo entre tanta multitud. Es como si tuviera ese brillante no se qué que lo hacía resaltar del resto. La sonrisa que le enseñó cuando sus preciosos ojos lo vieron fue única, las mejillas se le elevaron y esos divinos hoyuelos marcaban su indiscutible belleza.

La nebulosa en su cabeza se iba haciendo más clara cada vez que le prestaba atención a los detalles de su persona.

—No te puedo dar un beso en público, ¿no? —preguntó Jay cuando el menor había llegado. Jungwon arrugó su nariz.

—No lo sé. Podrías intentarlo.

Jungwon no sabía de donde sacaba ese coraje, porque normalmente hubiera negado tal cosa. El rubio dio el último paso entre ambos, se mentalizaba qué lindo debía ser la sensación de tocar sus manos hasta que las tomó, estas la recibieron con su calidez que impulsaron ese fuerte sentimiento creciente en su pecho. Al acercar su boca decidido a depositar un beso como había dicho antes, de repente lo sintió lejos.

—Nada de besos frente a mi. —Jake dijo con las manos sobre los hombros de Jungwon. —Que él nos haya perdonado no quiere decir que yo te perdoné a tí.

—Pero... es uno solito... —el menor puchereaba mirando a Jay, este había cambiado totalmente su expresión a una de visible molestia.

—Jungwon es lo suficientemente grande como para hacer lo que quiere. —el rubio estiró su mano para agarrar la contraria, más el australiano le pegó en la misma alejando al menor una vez más de él.

—Nunca será lo suficientemente grande para mi. Tú deberías comprender que lo voy a cuidar tanto como pueda, y si tenerlo alejado de ti mantendrá su cabeza sana y pura, pues lo haré.

—No soy un bebé...

—¿Sana y pura? Yo no creo que eso sea cierto. —una sonrisa pícara brotó de los labios de Jay mientras observaba al de ojos grandes. Yang comprendió esa mirada traviesa que bailaba en sus pupilas, se maldijo internamente cuando comenzó a sentir un ligero calor adueñarse de él. —Pero bueno, cada uno vive su vida de mentira como quiere.

𝙎𝙐𝘾𝙃 𝙄𝘿𝙄𝙊𝙏 ཻུDonde viven las historias. Descúbrelo ahora